Asesinado un alto funcionario ruso tras la visita de Putin a Chechenia

El viaje sorpresa que el presidente ruso, Vladímir Putin, efectuó ayer a Chechenia se vió ensombrecido por el asesinato de Vladímir Moroz, fiscal adjunto de la capital chechena, Grozni. Moroz fue acribillado a tiros por unos desconocidos cuando regresaba de una diligencia judicial, según informó la agencia Interfax. El asesinato se produjo pocas horas después de que Putin efectuase un viaje relámpago a la república rebelde.

Las televisiones de cobertura nacional -ahora todas controladas por el Estado- se apresuraron a presentar la visita de Putin a Chechenia como la principal noticia del día. El viaje fue realizado a las pocas horas de haberse consumado la toma de NTV, por lo que varios políticos liberales la interpretaron como un intento de desviar la atención y quitar protagonismo al asunto de la libertad de expresión. Antes de aterrizar en la base militar de Jankalá, en las afueras de Grozni, Putin visitó en helicóptero el lugar donde el año pasado perecieron 84 paracaidistas en uno de los más sangrientos enfrentamientos con la guerrilla chechena. El presidente depositó una corona de flores en la cima de la colina que defendió el regimiento de paracaidistas de Pskov.

Los separatistas de Chechenia continúan con su guerra de guerrillas. Ayer, en Grozni, fueron asesinadas tres mujeres, aparentemente militares, por un francotirador que logró huir. Un día antes pereció en un atentado con bomba Adam Deníyev, vicejefe de la administración chechena prorrusa.