El PSOE solicita al Gobierno un crédito para proteger sus sedes y los bienes de sus ediles en el País Vasco

La petición de los socialistas se enmarca en una negociación sobre la financiación de los partidos políticos, respecto a la que el PSOE sugiere una subida de 4.500 millones de pesetas, a repartir entre todos los partidos sobre los 11.231 millones congelados desde 1997, lo que supondría un aumento de un 40%. En la propuesta se añade la actualización anual de esos ingresos sobre el IPC, fijada en el 3% para el año en curso.

El 28 de marzo, el portavoz parlamentario del PSOE, Jesús Caldera, y el secretario general del PP, Javier Arenas, se reunieron para hablar sobre la financiación de los partidos políticos. El dirigente socialista entregó a su interlocutor una propuesta por escrito bajo el rótulo Nota sobre los criterios para la reforma de la legislación sobre financiación de partidos políticos.

En ese texto se incluyó una petición excepcional, ajena a la ley de partidos, referida al País Vasco: 'Proponemos una solución transitoria para las principales formaciones políticas, que deben atender la seguridad de sus cargos públicos con motivo del terrorismo, así como hacer frente a los reiterados daños a sus bienes'. Continúa la petición: 'Podría aprobarse un crédito extraordinario que se ampliase el presente ejercicio a la dotación de la partida presupuestaria destinada a la subvención de los partidos políticos en un porcentaje adecuado'. Los dirigentes del PSOE consultados aseguran que no tienen el cálculo de cuanto podría ser ese crédito extraordinario, sino que están a la espera de la respuesta del PP, que no ha sido en absoluto receptiva.

Blindaje de las puertas

En esta negociación no se hace hincapié en los escoltas, ya que continúan en la confianza de que el Gobierno central y el vasco lo solucionarán en breve. En la dirección del PSOE se asegura que no se plantean pedir dinero para seguridad privada, toda vez que sería una cantidad 'impresionante'. El PSOE se 'conforma' con una ayuda para reparar lo que les destruyen, así como para blindar las puertas y las ventanas de viviendas y pequeños negocios que, por su ubicación, son presa fácil para los jóvenes que practican la violencia callejera. El PSOE pensaba que el PP acogería sin demasiados problemas esta petición, ya que en conversaciones privadas 'parecía deducirse' que lo consideraban razonable. No ha sido así.

El PP emplea todo su dinero en escoltas, ya que apenas tiene sedes abiertas en el País Vasco a diferencia del PSOE, que tiene una en cada pueblo de la comunidad vasca, de la que pocas se han librado de atentados. 'Incendios totales o del mobiliario, de los ordenadores, el bar, así como los coches y los pequeños negocios de nuestros concejales están a la orden del día de la violencia', señala un dirigente de la ejecutiva federal. Estos interlocutores añaden que cada vez tienen más problemas con las compañías de seguros, que se resisten cuando no se niegan, a reparar los desperfectos causados por actos terroristas. 'Como sólo nos afecta a nosotros también hay resistencia a establecer un consorcio de seguros', informa este interlocutor.

La respuesta a esta petición y a la de financiación de partidos la aguarda el PSOE para estos días, aunque las informaciones oficiosas procedentes del PP indican que todo puede encallar, situación que persiste desde hace dos años. Del dinero de los partidos empezaron a hablar hace siete meses el vicepresidente Mariano Rajoy y Jesús Caldera y, ahora, retoma el asunto el secretario general del PP. Los socialistas reconocen que su situación financiera es mala, y mucho peor desde que perdieron 25 escaños en las últimas elecciones. Pese a la austeridad que se han impuesto, creen que la financiación debe crecer para todos.

'Sería conveniente una actualización para la próxima partida fijada en los Presupuestos Generales del Estado de al menos el 1,4%, teniendo en cuenta que en el año 1997 disminuyó dicha partida y ha sido congelada', dice la propuesta del PSOE.

Las Cortes Generales aprobaron para este año una financiación ordinaria de 11.231 millones para todos los partidos, más una partida suplementaria de 1.703 millones para las elecciones del País Vasco y Galicia. La multiplicación de esos 11.231 millones por 1,4% significaría un incremento del 40%, es decir, de 4.492 millones a repartir entre todos los partidos, en función de su representación parlamentaria, siendo más de la mitad para el PP y el PSOE.