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El Gobierno de Aznar se adelanta al debate en la UE en 2004

La decisión del Gobierno de José María Aznar de promover una Ley de Cooperación Autonómica para cerrar el diseño del Estado de las Autonomías no parece ajena a los debates que está poniendo en marcha la Unión Europea en la misma materia, pero en este caso entre la UE y los Estados nacionales. El debate europeo debe culminar con una nueva reforma del Tratado de la Unión Europea en el año 2004. El Gobierno popular parece querer adelantarse y plantear antes el problema en España.

El impulsor del debate europeo es el Gobierno del canciller federal alemán, Gerhard Schröder, que lo hace presionado por los presidentes de los Gobiernos regionales alemanes, los länder.

La fundamental diferencia entre España y Alemania al abordar la estructura del Estado y la integración europea es que mientras en España el traspasar una competencia a Bruselas era vista por los nacionalistas como una manera de reducir el poder del Estado, de debilitarlo al diluirlo en la Unión Europea, en Alemania es todo lo contrario. Los traspasos de competencias a Bruselas han ido reduciendo el poder de los länder, porque eran más a menudo quienes tenían la competencia transferida, y ha ido reforzando el poder del Gobierno federal porque es éste el que representa a Alemania ante la Unión Europea.

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Para acabar de una vez por todas con ese problema, Alemania quiere que la Unión Europea elabore un catálogo de reparto de competencias. Se trata de dejar escrito qué materias corresponden a la Unión y cuáles a los Estados nacionales, bien entendido que luego cada Estado nacional es libre de organizarse como quiera y mantener sus competencias centralizadas en el Gobierno estatal o descentralizarlas a través de los Gobiernos regionales.

Mal visto por España

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España ha visto siempre con malos ojos esa maniobra de Alemania por entender que acabará siendo una tentación irresistible para los nacionalistas el exigir para sí cualquier competencia que ahora esté en manos de Bruselas, pero que es posible que en 2004 pase de nuevo a los Estados miembros. Impulsar ahora una ley como la de cooperación que aclare para siempre el reparto de competencias en España parece una manera de adelantarse a ese problema y poder así dirigirlo políticamente.

La nueva posición del Gobierno de José María Aznar choca con la mantenida hasta ahora en Europa. Madrid ponía en duda la utilidad de la propuesta alemana, porque de acuerdo con la experiencia española cerrar un reparto de competencias es algo casi imposible. Y ponía como prueba que el Tribunal Constitucional español ha tenido que interpretar muy a menudo la Carta Magna para dirimir qué competencias corresponden a quién. Son los famosísimos recursos de competencias.

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