El benjamín del Mundial
Daniel Pedrosa, de 15 años, debió añadir 11 kilos de volframio a su moto para dar el peso
Su cara es la de un niño. Y realmente lo es. Tiene 15 años y esta temporada se ha convertido en el piloto más joven del Mundial de motociclismo, que ayer empezó en Japón. Daniel Pedrosa, de Castellar del Vallés, fue seleccionado por el ex piloto Alberto Puig para formar parte del grupo de tres promesas que, con el apoyo de Movistar, afrontan su primera gran aventura internacional.
Sin embargo, en el primer gran premio surgieron ya las primeras dificultades. Pedrosa no daba el peso. El año pasado hizo una brillante campaña en el Campeonato de España de 125cc, donde acabó cuarto, pero allí el peso no importa. En el Mundial, en cambio, hay unos mínimos que deben cumplirse: piloto y moto deben acreditar un peso de 130 kilos en la cilindrada más pequeña. Y con Pedrosa la balanza se quedó corta.
Vestido con el mono de carreras, las botas y el casco, Pedrosa pesa 49 kilos. Y su moto, 70. En total faltaban 11. Y los responsables técnicos del equipo decidieron ganarlos colocando placas de volframio en la parte central de la moto, justo debajo del motor. El volframio es un material muy pesado y duro que se utiliza en las puntas de las balas y en el morro de los aviones.
'Resolvimos el problema', reconoce Pedrosa. 'Como no doy el peso, tuvimos que ganarlo. Pero en las curvas encuentro más dificultades para mantener el equilibrio de la moto'. Ayer Pedrosa corrió su primer gran premio del Mundial y logró concluir la carrera. Lo hizo en 18ª posición y a 46 segundos del ganador, el japonés Masao Azuma. Pero acabó por delante de su compañero de equipo Joan Olivé, de 16 años, y por detrás del tercer hombre del equipo de Puig, Toni Elías, 16º, que entró 12 segundos antes.
'Los resultados no me preocupan', confesó Pedrosa justo antes de iniciar el Gran Premio de Japón. 'Si llegan, mejor. Pero mi objetivo este año es aprender todos los circuitos y adquirir experiencia para las próximas temporadas'. Puig lo corrobora: 'Están en etapa de formación. Esto es como un plan ADO en pequeño. Al final, no queda ni un duro en caja. Todo va para ellos'.
