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El Senado recorta en una cuarta parte la rebaja fiscal de Bush

Nuevo revés legislativo del presidente tras la reforma de la financiación electoral

Al presidente le queda la esperanza de poder ampliar la bajada de impuestos antes de la aprobación definitiva del proyecto, algo que puede tardar aún dos meses. Bush había prometido una reducción de 1,3 billones de dólares, pero lo amplió a 1,6 al llegar a la Casa Blanca. Puede que no consiga ni lo uno ni lo otro: por 65 votos contra 35, el Senado deja el recorte en 1,2 billones de dólares (unos 225 billones de pesetas) en los próximos 10 años, un 25% menos. Bush había puesto el mayor de sus empeños en defender su propuesta. En las últimas semanas, el presidente ha viajado por múltiples Estados tratando de vender su plan al tiempo que el vicepresidente, Dick Cheney, trabajaba en los pasillos del Senado en la búsqueda de apoyos. Al final, la reticencia de sólo dos senadores de su partido ha frenado el plan de recorte fiscal más abultado desde la era Reagan. Los republicanos James Jeffords y Lincoln Chafee, los más moderados en el Senado, no aceptaron en ningún momento un plan tan ambicioso como el que defendía Bush. Y lo que es peor, el presidente no ha logrado convencer a una pareja de demócratas que equilibrase las fugas en su partido. A decir verdad, el presidente logró convencer a uno, Zell Miller, pero le faltó otro para igualar la votación a 50 y dejar en manos de Cheney (que, como vicepresidente, es también presidente del Senado) el desempate en su favor. Es su segundo resbalón, porque el Senado también acaba de aprobar una revisión de las normas de financiación electoral a la que se oponían los pesos pesados del Partido Republicano. Sólo rebajando la propuesta de reducción fiscal se logró un voto favorable de los 50 senadores republicanos y el apoyo de 15 demócratas. Como en toda batalla política, ambas formaciones reclaman la victoria. Bush aseguró que se sentía 'muy satisfecho' porque la decisión del Senado 'proporciona una rebaja de impuestos real y significativa'. Tom Daschle, el líder de la minoría demócrata en el Senado, mostraba la misma satisfacción: 'Si esto es una victoria para los republicanos, ojalá que haya muchas como ésta', aseguró en el Capitolio.

Bush lanza una pelota al inaugurar, el viernes, un estadio en Milwakee.
Bush lanza una pelota al inaugurar, el viernes, un estadio en Milwakee.AP

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