Esperanzas para el mono-león dorado

El llamado mono-león dorado, uno de los primates más pequeños del mundo, con cien gramos de peso y diez centímetros de altura, estaba en vías de extinción en la Mata Atlántica de Brasil. Según los expertos, sólo el día que naciera el número 1.000 podían concebirse esperanzas de salvar a la preciosa raza dorada. Y eso acaba de contecer en la Reserva Biológica de Poço das Antes, en el estado de Río, ceremonia a la que acudieron el ministro de Medio Ambiente, José Sarney, y el presidente del Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama), Hamilton Casara, quienes anunciaron la creación, en el espacio de 30 días, del Área de Protección Ambiental Mono-León Dorado, en la región de Silva Jardim.

El minúsculo animal, del color del oro, se hará ahora famoso ya que el WWF (Fondo Mundial de la Naturaleza) lo ha tomado como mascota para la campaña que acaba de lanzar en Río de Janeiro llamada Mico-1000, para recabar fondos para la creación de corredores ecológicos, es decir, de trechos de vegetación que ligan islas de la Mata Atlántica permitiendo el tránsito de los animales. El WWF piensa que en realidad tendremos sólo certeza de haber salvado a esta raza de monitos, hasta ahora en peligro de desaparición, sólo cuando haya 2.000 ejemplares de ellos y puedan disponer de una área de 25.000 hectáreas de la Mata. En la actualidad, cuentan sólo con una extensión de 16.000 hectáreas de foresta. La reproducción de estos animales es tan lenta que el WWF calcula que sólo en el año 2025 se podrá llegar a la cifra de 2.000 ejemplares. La creación de una área de protección anunciada por el ministro Sarney para estos animales supone que en ella nadie podrá intervenir sin autorización del Gobierno. En efecto, hoy queda sólo un 2% de la Mata Atlántica original en el Estado de Río. Con la nueva campaña del WWF se espera poder reforestar pronto más de 3.500 hectáreas de nuevas manchas de vegetación.

Actualmente participan con el proyecto del WWF otras 40 asociaciones, que habían introducido en el Estado de Río 174 de los monitos en cuestión nacidos en cautividad, consiguiendo elevar su población de los 200 de 1971 a los 1.000 actuales. Algunos de ellos fueron traídos de otros países, entre ellos del zoológico de Chicago.

Se ha sabido que unos 480 de estos monitos que viven en cautividad en el exterior fueron vendidos en Brasil como contrabando o son hijos de animales vendidos ilegalmente. Por eso, ahora Sarney afirma que va a dedicar una parte de los nuevos 2.400 funcionarios del Ibama a la vigilancia de dichos animales.