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Un discapacitado mental muere a manos de un compañero de residencia

La minusvalía psíquica de los testigos impide esclarecer el suceso

Juan Carlos Reinaldo Prieto, de 39 años y natural de Ronda, falleció sobre las 6.40, sin que los operarios del servicio de emergencia sanitaria que acudieron al lugar del suceso pudieran hacer nada para reanimarle. El cadáver, hallado desnudo sobre un gran charco de sangre, presentaba numerosos golpes, hematomas e incluso mordiscos.

La hipótesis policial es que un compañero de la residencia se introdujo en la habitación de la víctima, donde dormían otros dos discapacitados. Los dos monitores que vigilan durante toda la noche los dormitorios no se percataron de lo ocurrido. Tampoco los dos compañeros de habitación de Reinaldo Prieto pudieron dar la voz de alarma, ya que su discapacidad les impide articular palabra.

Los vigilantes se dirigieron rápidamente al dormitorio después de oír un golpe seco, y encontraron a Reinaldo Prieto boca abajo en el suelo, mientras su supuesto agresor, A. A., de 40 años y natural de Málaga, permanecía observando desde una silla. De inmediato alertaron a la policía y a los médicos de emergencia, que sólo pudieron certificar la muerte.

La juez de guardia ordenó el levantamiento del cadáver, que fue trasladado al tanatorio del cementerio Virgen del Carmen de Marbella, donde se le practicó la autopsia. El presunto homicida ingresó ayer en el Centro Psiquiátrico Penitenciario de Sevilla.

Según fuentes policiales, la víctima murió a consecuencia de los golpes que le propinó por todo el cuerpo su agresor, que no llegó a utilizar en ningún momento otro tipo de arma que las manos y los pies y que no presentaba ningún tipo de heridas.

'Se trata de un altercado entre dos personas con trastornos psíquicos graves del 90% de discapacidad y cuyas reacciones pueden ser imprevisibles', explicó el comisario de la policía de Marbella, José Antonio Martín Bolaños.

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La Asociación Aspandem, que cuenta con subvenciones de la Junta de Andalucía y los ministerios de Asuntos Sociales y Trabajo, atiende alrededor de 300 niños con discapacidad, de los que entre 20 y 24 están en régimen de internado. Setenta profesores trabajan en el centro de atención a discapacitados, en el que hasta ahora no se había registrado ningún tipo de altercado entre los alumnos, que vienen de poblaciones cercanas como Marbella, Estepona, Ojén, Istán, Benahavís y otros pueblos del interior.

Los padres, socios y responsables del colegio, que han recibido muestras de apoyo de toda la población, se encontraban ayer consternados por el trágico suceso, para el que no encuentran explicación. Reinaldo Prieto será enterrado el próximo martes en el cementerio nuevo de Marbella, ciudad en la que residen sus parientes.

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