Los monstruos del sueño de la razón

El sueño de la razón y sus monstruos. Este podría ser el lema de la exposición que hasta el próximo 13 de mayo se presenta en Vitoria. Se trata de un paseo protagonizado por algunas de las bestias literarias que conforman la memoria de la Humanidad: centauros y minotauros, basiliscos e hipogrifos, dragones o zombies. Eso sí, la muestra titulada Monstruos y seres mitológicos no se olvida de los últimos productos de la inteligencia humana, que, gracias a la clonación y la creación genética, pueden hacer realidad muchos de aquellos seres inventados por la imaginación.

El paseo por la memoria de los seres imaginarios que presenta el Centro Cultural Montehermoso hace referencia sobre todo a las aportaciones culturales del mundo occidental, con especial atención a los especímenes que poblaban el mundo mítico de griegos y romanos. De ahí que el recorrido comience con las parejas que formaban Rea y Cronos, y Zeus y Tetis, líderes de una selecta tribu que ha poblado las narraciones clásicas.

Se trata de una exposición, sobre todo, didáctica, que pretende recuperar algunos personajes míticos hoy relegados ante los nuevos protagonistas de la fantasía procedentes tanto de narraciones como El Señor de los anillos como de dibujos animados al estilo de Pokémon. De ahí que sorprenda, en las visitas de estudiantes de ESO y otros bachilleratos, la cara con que miran los jóvenes al basilisco, por ejemplo. Aquel ser zoomorfo, temido por su apariencia aterradora, nacido del huevo de un gallo, incubado por un sapo o procedente de la sangre de una medusa, según las versiones, tenía en su forma final la apariencia de un gallo con cola de serpiente.

Pero no todos eran malignos, como por ejemplo el grifo, mezcla de águila y león, al que se le atribuyó en determinados momentos de la Edad Media un carácter salvador. Esta suerte no la corrió el monstruo medieval por excelencia, el dragón, quien representó para su desgracia todos los valores contrarios al héroe.

La literatura romántica fue más benévola con sus monstruos, como trata de reflejar el recorrido que se resume en el Centro Montehermoso. Frankenstein es, en este sentido, el paradigma del ser horrible que se hace querer, algo que no ocurre con aportaciones posteriores como Alien. Y en esta selección de seres contemporáneos no podía faltar el inefable Freddy Krügger quien, a pesar de su conducta abominable, goza con un peculiar club de fans entre los cinéfilos.

La Santa Compaña o El Holandés Errante protagonizan el apartado dedicado a la muerte, que no se olvida de los zombies, con los que las películas de serie Z cosecharon granados éxitos. La selección concluye con cierta moralina, protagonizada por Los nuevos mutantes, esas nuevas especies vegetales y animales, 'independientes del natural sentido de las cosas', como reza el panel explicativo correspondiente. La referencia a las aportaciones de la ingeniería genética concluye: con lapregunta: '¿Cuál será el siguiente paso, será el último..?'.