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El Gobierno navarro busca nuevos socios para superar los bloqueos del PSN

Las relaciones entre UPN y los socialistas navarros atraviesan tiempos turbulentos. Aunque, de momento, no peligran los acuerdos de estabilidad firmados en 1999 para garantizar la gobernabilidad de las instituciones, menudean los rumores sobre la posibilidad de que el Ejecutivo regionalista de Miguel Sanz decida adelantar las elecciones forales. Nadie quiere romper la baraja, pero las sucesivas y severas derrotas parlamentarias que toda la oposición, incluidos los socialistas, propinan un día sí y otro también a los proyectos de ley e iniciativas del Gabinete que preside Miguel Sanz han generado un elevado grado de tensión entre los dos socios presupuestarios.

De hecho, UPN ha comenzado a negociar con Convergencia de Demócratas de Navarra (CDN), su antigua escisión, para conseguir los votos que le permitan desbloquear la situación y ha obtenido un primer resultado: el acuerdo del partido de Juan Cruz Alli para buscar financiación extraparlamentaria en la construcción de la autovía entre Pamplona y Estella. Pero la salvación de UPN no irá más allá. CDN ha decidido que sólo hablará con el Gobierno en el Parlamento foral y lo hará sobre temas concretos.

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En las últimas semanas Miguel Sanz ha acusado abiertamente al PSN-PSOE de 'pactar con EH' el 'boicot' a la labor de gobierno en Navarra, basándose en el apoyo de los independentistas a varias iniciativas presentadas por el PSN. UPN insiste en que los socialistas han entregado la llave del Parlamento navarro 'a los amigos de los terroristas'. El secretario general del PSN, Juan José Lizarbe, exigió una rectificación pública que Sanz no le ha concedido. 'Me he limitado a constatar una realidad', dice.

Las 'graves consecuencias' con las que Lizarbe amenazó al Gobierno no le han amedrentado. Portavoces cualificados de UPN han insistido en acusar al PSN de 'diseñar de antemano y pactar una estrategia clara' con toda la oposición, incluida EH, para impedir la tarea de gobierno. 'No se entienden las declaraciones socialistas en Euskadi referidas a EH y al propio PNV, mientras aquí coordinan estrategias de voto con ellos y nadie se sonroja por romper el compromiso existente de oponerse a las propuestas de EH', critica el secretario general de UPN, Alberto Catalán.

En su respuesta, socialistas y convergentes han recordado a su vez las coincidencias de voto de UPN y EH y estiman 'una majadería' las críticas regionalistas. Lizarbe incluso ha afirmado que el partido conservador 'viviría feliz si no existiese el Parlamento de Navarra'. Para el líder socialista, sería 'una liberación' que UPN rompiera sus acuerdos mutuos, aunque Lizarbe sostiene que la ruptura sería 'negativa para la sociedad navarra'.

Lo cierto es que las derrotas parlamentarias del Gobierno son casi diarias. Las últimas, las propinadas en asuntos tan destacados como la política de vivienda, la regulación de las grandes superficies, la ley de Extranjería, la financiación de los municipios o la organización de la Policía Foral. UPN se quedó sola, con sus 22 votos, en todos los temas. La oposición, que suma 28 escaños, se unió para humillar al Gabinete de Sanz, incapaz de superar un aislamiento político que Lizarbe afirma que es 'voluntario', ante la negativa regionalista a pactar previamente con el PSN sus proyectos de ley. La contundente actitud de la oposición ha llevado al Gobierno a anunciar que no llevará nuevos proyectos de ley a la Cámara mientras no garantice el consenso previo, aunque UPN no está dispuesto a renunciar a su filosofía política.

'Buscaremos otros apoyos. Si el PSN no se entiende con nosotros, estamos dejando a EH el protagonismo político y el poder de decisión en el Parlamento', explica el secretario general de UPN.

Si se suman a las disensiones parlamentarias las serias divergencias de fondo sobre cuestiones, entre otras, como el futuro del polígono de tiro de Bardenas Reales, la gratuidad de la Autopista de Navarra, la financiación privada para la autovía Pamplona-Logroño, la gestión de las harinas MER, la futura televisión digital Navarra, el Plan Hidrológico o la ley foral de equiparación de los derechos de las parejas de hecho, se obtiene un panorama sombrío en el que la oposición legisla y el Gobierno foral se declara insumiso al mandato parlamentario.

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