'Con la vía armada no tenemos ninguna posibilidad de ganar'

La Intifada palestina acaba de cumplir seis meses, mientras se sume en una crisis tan profunda como esa fosa en la que yacen sepultadas sus más de 450 víctimas. La ausencia palpable de resultados y el elevado coste humano y económico de la revuelta han obligado a sus dirigentes a revisar y debatir los métodos de lucha utilizados hasta ahora para combatir la ocupación israelí. La voz de la diputada Hanan Ashrawi (Nablús, 1946) ha sonado hoy de forma clara y contundente en medio de la confusa polémica para recordar a todos los palestinos que la 'Intifada es una actitud vital frente a Israel' en la que la mejor arma no son las piedras, ni las pistolas, ni las balas, sino las 'manifestaciones pacíficas' con las que demostrar la 'fuerza de nuestras convicciones humanas' capaces por sí mismas de 'desarmar moralmente a Israel'.

Ashrawi, portavoz palestina en la Cumbre de Madrid (1991), ex ministra del Gobierno de Yasir Arafat y profesora de lengua y literatura inglesa de la Universidad de Bir-Zeit, representa hoy un sector importante de su comunidad, los cristianos e independientes, pero sobre todo es el reflejo y la síntesis de todas las mujeres de Palestina que durante más de 50 años han luchado por su pueblo.

Pregunta. En las últimas semanas se ha abierto en la sociedad palestina un debate sobre los métodos de lucha a utilizar en la Intifada, que parece enfrentar la opción armada con la movilización popular. ¿Qué metodo de los dos prefiere para luchar contra Israel?

Respuesta. Las manifestaciones pacíficas y populares son el arma más eficaz para combatir la ocupación israelí. No quiero ponerme al mismo nivel que los ocupantes. Si luchara con las armas acabaría poniéndome al mismo nivel que ellos. Pero, además, con la vía armada no tenemos ninguna posibilidad de ganar; ellos tienen más armamento y son más potentes.

P. ¿Sugiere que se puede vencer sólo con la resistencia humana, con la fuerza de las convicciones?

R. Ésta es nuestra arma más efectiva. Sólo podemos vencer con la resistencia humana y moral. Nuestra mejor arma es la fuerza de nuestras convicciones humanas. Tenemos que poner en evidencia la inmoralidad del ocupante y no dejar que la ocupación se convierta en algo normal y habitual, como Israel pretende. Hay que desarmar moralmente a Israel.

P. ¿Escuchándola hablar así da la sensación de que para usted la Intifada es algo más?

R. La Intifada es una actitud vital frente a Israel. Es una manera de pensar, una forma de vivir. Pero es, sobre todo, la negativa a sucumbir y a ser vencido. Es un desafío a todo; a aceptar la negación del asedio, las confiscaciones de las tierras o las restricciones de movimientos.

P. Pero esta Intifada tiene unas connotaciones religiosas claras, vinculadas al islam. Para empezar se le ha bautizado como Intifada de Al Aqsa. ¿Eso no quiere decir que hay una parte del pueblo palestino, el cristiano al que usted representa, que puede sentirse al margen de los objetivos de esta revuelta?

R. Aunque nació en la mezquita de Al Aqsa, la Intifada tiene una dimensión más amplia, más trascendente. Hay otros objetivos más importantes; poner fin a los asentamientos, defender nuestros derechos, crear nuestro propio Estado.

P. ¿Cuál es el papel de la Autoridad Palestina en esta revuelta?

R. La Autoridad Palestina no está a la altura de la situación. Ha sido y es incapaz de proteger a su pueblo.

P. El cerco económico y los castigos colectivos han colocado al Gobierno de Yasir Arafat al borde de la quiebra. ¿No tiene miedo de que se pueda hundir la Administración palestina?

R. Incluso si se hundiera la Administración palestina esto no significa que nos hundiremos nosotros. El tejido de la vida no se define sólo por las instituciones, sino por la realidad humana, por el entramado de cooperaciones y ayudas. En la anterior Intifada no había autoridad, Gobierno palestino, pero la sociedad no se derrumbó.

P. ¿En qué medida esta situación afecta el proceso de creación del Estado palestino? En los últimos días, el Gobierno no se ha podido reunir en Ramala, las autoridades israelíes no han dejado a los ministros viajar desde Gaza.

R. Algunas actividades de la Administración palestina se están viendo afectadas negativamente. Las estructuras económicas se están hundiendo. El ocupante ha establecido una fragmentación muchas veces insalvable del territorio. Jerusalén está totalmente aislada. Gaza de Cisjordania. Todo esto hace muy difícil adoptar decisiones integradas. Se han tenido que suspender las sesiones del Parlamento o la reunión de ministros.