Llega al Lope de Vega 'El alcalde de Zalamea' en versión de Belbel

El Centro Dramático Nacional pone en escena en Sevilla a partir de mañana su tercera montaje de Calderón de la Barca, El alcalde de Zalamea, un coproducción con el Teatro Nacional de Cataluña, con dirección y versión de Sergi Belbel. La obra, que la compañía representa después de La dama duende y La vida es sueño, lleva al escenario el texto íntegro de Calderón, del que 'no se ha quitado ni una coma ni una frase', según aseguró ayer Roberto Quintana, que encarna a Pedro Crespo, el labrador que llega a ser alcalde. Quintana reivindicó el teatro de Calderón, más allá de centenarios y conmemoraciones. 'Estos textos deberían formar parte de nuestro territorio teatral habitual porque el teatro clásico español forma parte del patrimonio literario universal', afirmó el actor.

De los 19 personajes que desfilan en la obra, que permanecerá en cartel hasta el 7 de abril, Quintana señaló que ninguno es prescindible. ''Don Lope de Figueroa; Isabel, la hija del alcalde; Don Álvaro, el capitán, Don Mendo [que interpreta José Luis Alonso, director de la compañía], la sobrina de Pedro Crespo... No es posible entender el sentido del honor de Crespo ni al capitán sin el resto de los personajes. Se entienden en la medida que los demás existen', comentó el intérprete, en ausencia del director de la compañía y de Sergi Belbel.

'Belbel', continuó, 'ha hecho un montaje que sube al escenario el texto de Calderón, en el que la palabra es la reina del escenario y la escenografía un mero apoyo. Todo está al servicio del texto, Belbel ha preservado la integridad de la obra y la poética de la puesta en escena, aunque ha sacado a los personajes de un contexto heredado del siglo XIX en el que estaban colocados en un altar y los ha acercado más a la realidad'. En su opinión, El alcalde de Zalamea permite varias lecturas y una de ellas es la complejidad del alcalde, lleno de contradicciones. 'La obra permite una interpretación amplia de su sentido del honor. También hay una relación romántica entre Don Álvaro, el violador, e Isabel. El capitán se enamora, y eso está en la obra de Calderón'.