Moscú considera la detención un 'asunto interno'
El Gobierno ruso afirmó ayer que la decisión del Gobierno yugoslavo de detener a Milosevic es un asunto interno de Yugoslavia y advirtió contra las 'presiones externas' que podrían 'desestabilizar' al país balcánico. 'Cualquier presión desde el exterior sobre la dirección yugoslava sería una injerencia en los asuntos internos de un Estado soberano', declaró ayer el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Alexandr Yakovenko.
Los sucesos de Belgrado mantuvieron ayer en vilo a los Gobiernos de la Unión Europea así como a la OTAN. Tanto el alto representante de política exterior y seguridad de la Unión, Javier Solana, como el secretario general de la Alianza Atlántica, George Robertson, permanecieron en su despacho enganchados al teléfono, sin hacer declaraciones pero confiados en que Slobodan Milosevic sea finalmente entregado a la justicia. La detención del ex dictador yugoslavo significa mucho para estos dos políticos como colofón de la ofensiva militar aliada en Kosovo hace ahora justamente dos años, cuando Solana dirigía la OTAN. Fuentes próximas a lord Robertson y a Solana coincidieron ayer al afirmar que la detención de Milosevic es un punto de no retorno sin margen posible para una negociación entre las autoridades políticas y militares de Belgrado y sus más fieles seguidores.
'Pese a las declaraciones del ministro del Interior serbio (Dusan Mihajlovic) de que será procesado por abuso de poder y corrupción y no por crímenes de guerra, al final será entregado al Tribunal de La Haya. Es cuestión de tiempo', pronostica una fuente diplomática.
De esa opinión es el secretario del Foreign Office, Robin Cook. 'Cualquiera que sea la solución, se trata claramente del final de Milosevic', declaró ayer a la BBC. Para el jefe de la diplomacia británica, la paz en los Balcanes sólo llegará cuando el ex dictador sea juzgado por crímenes de guerra.
Más realista fue el aún primer ministro italiano, Giuliano Amato, para quien la orden de detención de Milosevic se ha visto influida por el plazo dado por el Congreso de EE UU para no bloquear 100 millones de dólares de ayuda al Gobierno de Vojislav Kostunica. 'Sin duda, la fuerte influencia de Estados Unidos ha pesado en la decisión', dijo. El primer ministro francés, Lionel Jospin, calificó como un 'paso extremadamente importante' la decisión de detener a Milosevic. Jospin añadió que espera que el Gobierno yugoslavo colabore con el Tribunal de La Haya.
Desde Grecia, el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, expresó la esperanza en una 'evolución positiva' del caso y reafirmó el respaldo comunitario a la democracia serbia, refrendada por las urnas en las elecciones del pasado diciembre.
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