'Sevilla se quedará sin suelo adecuado para proyectos tecnológicos en enero de 2002'

Su encargo es adjudicar el poco espacio disponible del parque hispalense a firmas punteras en innovación y 'correr' para crear en Sevilla un segundo espacio tecnológico cuanto antes. Francisco Mencía (Madrid, 1943) elegirá antes de final de año la 'terna' de localizaciones más adecuadas para el nuevo proyecto entre 10 terrenos de la capital y su entorno.

Pregunta. Cartuja 93 alberga ya casi 200 firmas, pero ¿todas se dedican a la innovación? ¿No es más un parque empresarial?

Respuesta. Estar dentro de una ciudad le impone limitaciones: en este parque no puede haber industria: aquí hay laboratorios, hay centros de investigación, de formación, hay empresas, hay institutos tecnológicos... La confusión puede venir por aquí, éste también es un parque empresarial, pero no cabe cualquier empresa. Como sé que se cuestiona la naturaleza del parque, pedí una auditoría a un organismo independiente. El estudio, que ha realizado el Instituto Andaluz de Tecnología [IAT], nos dice que el 73% de la actividad económica que genera Cartuja se debe a empresas de alta tecnología. Es decir, de los 117.000 millones que generó en 2000, 85.000 son de firmas de alta tecnología. Es, sí, un parque empresarial, pero con el adjetivo científico-tecnológico.

P. ¿Y esas empresas aplican proyectos de investigación desarrollados en el parque?

R. El modelo occidental para el desarrollo de la investigación está basado en el sistema ciencia-tecnología-empresas. En Cartuja tenemos todas las patas: en ciencia, tres institutos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, la Escuela de Ingenieros de la Universidad Hispalense y sus departamentos de investigación; en aplicación de la tecnología, tenemos el IAT y dos Oficinas de Transferencia de Investigación, y luego están ubicadas aquí unas 150 empresas tecnológicas. ¿Estamos satisfechos con cómo funciona el sistema? No. Ésa es una percepción que se tiene en Europa, en España y en Andalucía. El ratio europeo entre lo que se gasta en investigación y lo que llega al mercado es mucho más bajo que el de Estados Unidos o el de Japón.

P. ¿Y qué hacen en Cartuja para cambiar esa tendencia?

R. En Cartuja estamos buscando un pabellón que sirva de espacio para desarrollar los proyectos que involucren a empresa y universidad. Concretamente, le hemos pedido a la Consejería de Educación la cesión a la Universidad del pabellón de Fujitsu. Ese mecanismo se ha puesto en marcha en el PTA de Málaga, en el llamado Edificio Azul, y funciona muy bien. Además, para que las empresas y la universidad se conozcan mejor, hemos creado un círculo de empresarios e instituciones.

P. Últimamente, las empresas rivalizan por entrar en Cartuja ¿Más por ser suelo urbano a buen precio que por su contenido tecnológico?

R. Aquí hay de todo. El número de solicitantes para localizarse en Cartuja es elevadísimo. Algunas solicitudes van en un sentido y otras en otro. Pero para eso está Cartuja 93, para seleccionar. En estos últimos meses, hemos hecho más riguroso ese control, hemos creado una comisión de valoración técnica de los proyectos para este cometido. Probablemente, en etapas anteriores se permitió entrar en Cartuja a alguna empresa que no era la más adecuada, pero esto es la excepción.

P. ¿Cuánto suelo queda disponible?

R. El parque está practicamente copado en cuanto a la asignación del suelo. El 90% ya esta adjudicado. Parte de ese suelo, un 55%, está ya activado y el 35% restante está en fase de construcción o de tramitación. Si ahora tenemos unas 180 empresas, cuando se cmplete el parque estará en torno a las 400. En tres años, el parque ya estará operativo totalmente. Y mucho antes, ya no habrá suelo disponible.

P. Con Cartuja 93 al límite, ¿Sevilla tiene espacio para nuevos proyectos tecnológicos?

R. Nos van a llegar proyectos importantes, interesantes y no vamos a disponer de suelo; a partir de enero del año que viene, Sevilla se queda sin terreno adecuado para instalar proyectos de innovación tecnológica. De hecho, hemos entrado en un momento en que empieza a pasar.

P. ¿La única solución es otra Cartuja 93?

R. La solución es correr; el problema ya lo tenemos encima. Hay que determinar dónde y cómo se va a instalar el segundo parque de Sevilla. Que nadie se eche las manos a la cabeza: Barcelona tiene cinco, Madrid tiene tres. Ese segundo parque será un tanto diferente a Cartuja: no será un parque estrictamente urbano, se abrirá a una actividad semi-industrial, sin perder una parte empresarial; tendrá una zona dedicada a I+D y laboratorios; y también debe tener una zona específica de formación.

P. Parece tener el diseño muy avanzado...

R. El concepto está más o menos definido ya. Estamos estudiando diez posibles localizaciones, cinco dentro de Sevilla capital y otras cinco en los municipios del entorno. Mi idea es presentar una terna para que las autoridades correspondientes decidan cuál es el lugar adecuado. Debe ser un proyecto abierto, en el que podemos aprovechar la experiencia de todos estos años en Cartuja 93. Y es casi obligatoria la participación del poder público, porque cuando uno trata de hacer algo en un segmento muy concreto, la iniciativa privada se inhibe al reducirse las posibilidades de venta del suelo en el mercado. Sin embargo, una vez urbanizado, sí puede haber una entrada de capital privado para la construcción de edificios.

P. ¿Qué inversión necesitaría?

R. Sería un parque de dimensiones intermedias, entorno a las 80 hectáreas de superficie. Para ponerlo en valor, haría falta una inversión pública de entre 6.000 y 8.000 millones.

P. Que el nuevo plan urbanístico de la capital no esté listo hasta 2003, ¿penaliza las opciones de Sevilla?

R. Cuando hemos seleccionado esas cinco alternativas dentro de la ciudad, lo hemos hecho considerando las líneas iniciales del nuevo plan urbanístico de Sevilla. Eso sí, el proyecto necesita acelerarse al máximo posible. Esperar a que esté aprobado el plan sería demorar demasiado el proceso. Si alguna de las localizaciones elegidas está dentro de la ciudad, me imagino que el Ayuntamiento facilitará la implantación de este proyecto. Me preocupa más que en el lugar que se elija haya que iniciar un proceso de expropiaciones complicado, porque eso sí podría retrasarlo.

P. ¿Cuando presentará su terna de favoritos?

R. Antes de final de año.