La dirección del PSOE sevillano impone al grupo municipal su estrategia de enfrentamiento con el PA
Las tesis beligerantes desplazan los propósitos conciliadores del portavoz, Emilio Carrillo
'La dirección provincial del partido ha cogido las riendas. El PSOE no va a tragar ni una más'. Así de claro explica Carmelo Gómez, portavoz adjunto del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Sevilla y vicesecretario provincial del PSOE, lo ocurrido el pasado jueves en el pleno de la Corporación. Ese día, su grupo apoyó una moción presentada por el PP con lo que provocó la ruptura de la unidad de voto y un abierto enfrentamiento con sus socios de gobierno, el PA. Los andalucistas responsabilizaron ayer al alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, de la crisis.
Gómez dice que los militantes están hartos de dar la sensación de que sean los socialistas los que ceden siempre y que la situación era ya insostenible. 'Nos hemos callado con lo de Puerto Triana o con lo de la calle Alemanes, pero ya vale'.
Las tesis beligerantes del partido, representadas en el Ayuntamiento por Carmelo Gómez y los que le apoyan (que en el Ayuntamiento ya son conocidos como los carmelitas), se han impuesto así a la actitud que hasta ahora mantenía el grupo socialista de la mano de Sánchez Monteseirín y del portavoz, Emilio Carrillo. Una actitud que buscaba dar apariencia de normalidad al pacto con el PA pese a que desde el pago de unas ayudas a las víctimas del derrumbe del muro del Bazar España, hace poco más de un año, y que costaron la dimisión del portavoz andalucista, Mariano Pérez de Ayala, esas relaciones no han dejado de empeorar.
El viernes, la actual portavoz del PA, Paola Vivancos, reconocía que la crisis abierta entonces se cerró en falso. Y de aquellos polvos vienen estos lodos.
El PSOE, dirigido en Sevilla por Luis Navarrete, tiene la sensación de que los concejales del PA se les han subido a las barbas. Tanto en el fondo como en la forma. 'No se puede decir que no por sistema a todas nuestras propuestas', dice Gómez.
Sin embargo, en el asunto que ha provocado este último enfrentamiento, el destino que se le dé al Hogar de San Fernando, fue el propio Gómez el que anunció sin previo aviso en el pleno de febrero que pensaba instalar allí un centro administrativo cuando el edificio estaba destinado, desde 1997, a acoger un centro cívico para el distrito Macarena.
El enfado que ese anuncio provocó en el PA, que es quien gestiona los centros cívicos, no ha podido ser aplacado por los intentos de negociación del PSOE en el último mes y, finalmente, la dirección provincial se ha animado a dar un toque de atención a los andalucistas, con la colaboración del PP, y a costa de las tesis conciliadoras del alcalde y de Carrillo. La crisis en el Ayuntamiento coincide con el distanciamiento que el PA está intentando hacer respecto al PSOE en el Gobierno andaluz, donde también forman coalición.
Como en ocasiones anteriores, lo más probable es que las aguas vuelvan pronto a su cauce. Vivancos ya ha pedido al alcalde que tome las riendas para solucionar la crisis.
Por su parte, Gómez, que es quien ha liderado el último encontronazo, también habla de imponer el diálogo y la tranquilidad para rehacer el pacto de gobierno. La diferencia con otras ocasiones son las condiciones que el PSOE, desde su nueva posición, pone para recuperar la paz. 'Tenemos interés por mantener el pacto, pero debe estar basado en el respeto mutuo, que hasta ahora ha faltado', afirma. En cualquier caso parece que el acercamiento se terminará produciendo pues ni el PA quiere abandonar el gobierno, ni el PSOE puede encontrar otro socio con el que mantener la alcaldía.
Cuando la crisis se cierre, habrá que hacer balance de lo ocurrido. Lo que parece evidente es que el PSOE de Sevilla ha querido demostrar que es quien 'manda dentro y fuera del Ayuntamiento', dice Gómez. También sale reforzado el PP que, como convidado de piedra, sólo ha tenido que asistir con gusto al espectáculo público del enfrentamiento para señalar su postura de oposición responsable y al servicio de la ciudad. Los derrotados son Carrillo y Monteseirín, cuyas posturas conciliadoras han perdido sitio en el grupo socialista frente a la actitud agresiva de Gómez.
El secretario provincial del PA, Mariano Pérez de Ayala, dijo ayer que Sánchez Monteseirín es el responsable de la crisis del gobierno municipal y que debe pronunciarse sobre la vigencia del pacto entre ambos partidos, que el PA sigue considerando válido, informa Efe.
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