'Es importante que el cine trate la realidad social y política'
'No soy un comercial, pero pienso que este ciclo es significativo porque en Francia hay una especie de moda en el sentido de que los directores quieren hacer películas que tratan de la realidad social y política. Este tipo de películas y documentales son importantes porque la gente que los ve se enfrenta un poco a la realidad y ve otra manera de hacer cine'. Así hablaba ayer el actor francés Jalil Lespert (París, 1976) antes de presentar en los Multis de Bilbao la película Recursos humanos, con la que el Zinebi, el festival de cine bilbaíno, estrenó un ciclo sobre los conflictos laborales. Lespert obtuvo por su papel protagonista en dicha cinta un César (equivalente francés de los Goya) al Actor Revelación.
Pese a la temática que aborda el ciclo, Lespert no tiene quejas en el plano profesional y se ha hecho acreedor al César merced a una película que aborda las circunstancias en las que vive inmersa la clase obrera. Un mundo casi extraño para 'un francés de clase media' como él, lo que le lleva a disertar sobre si ser buen actor significa ser uno mismo o dejar de serlo en cada papel.
'No sé si hay grandes actores; lo que sí hay es grandes papeles para desempeñar. Esos papeles son los que revelan los grandes actores, aunque lo interesante es desempeñar aquellos que son más diferentes a uno mismo, sabiendo que cuando uno sale en la pantalla se le ve todo. Y es que un actor siempre es un poco prisionero de su físico, de su voz, de lo que es él, aunque siempre se puede apoyar en otras cosas para hacer personajes distintos. Para mí un actor es alguien que se puede superar a sí mismo, como Harvey Keitel', señala Lespert.
Tal es la opinión que tiene de su propia profesión un joven que estima que hoy en día también hay cineastas y actores geniales (habla, entre otros, del ya fallecido John Casavettes, Jim Jarmusch, Pedro Almodóvar, Martin Scorsesse y el ya citado Keitel) y que asegura que el cine francés goza de buena salud, aunque viva, como tantos otros, a la sombra de Hollywood.
'El cine francés se vende bien en el extranjero, pero está a su sombra porque la industria cinematográfica estadounidense es muy importante. Los americanos han entendido desde el principio la importancia del cine, un medio que permite transmitir su cultura y su sistema. En una película norteamericana cada plano es casi un espacio publicitario, aunque allí también existe un cine independiente muy interesante'. Así escudriña Jalil Lespert los entresijos de una descomunal farándula que acaba de recibir su habitual lluvia de Oscar, unos premios que el parisino ha seguido con escaso interés.
'No me he enterado muy bien, porque todo eso me queda muy lejano. Me ha importado más la victoria de España sobre Francia en el amistoso de esta semana'. Cuando surge su vena irónica, el fútbol parece interesar más que el propio cine a un actor con tres cortometrajes y seis largos en su haber desde 1995, que confía en que su reciente César le sirva para tener más trabajo en los próximos meses. De momento, tiene asegurada la intervención en una película destinada al televisivo Canal 33 catalán y va a trabajar a las órdenes de Agustí Vila Martínez, director de Un banco en el parque.
