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Tres recursos denuncian expolio en el desmontaje del claustro jerónimo

El claustro es monumento nacional desde 1925

Mutilación de monumento nacional. Ocultación de restos. Alteración del carácter arquitectónico y paisajístico de un área protegida. Expoliación. Tales son las denuncias invocadas en los más recientes recursos presentados por particulares ante el Tribunal Supremo con fecha 26 de febrero y 23 y 27 de marzo. Los recurrentes reclaman medidas cautelares urgentes que paralicen las obras de desmontaje del claustro renacentista de la iglesia de los Jerónimos, cuyo ámbito quedará integrado en un edificio de servicios que formará parte de la ampliación del Museo del Prado, diseñada por Rafael Moneo. El Supremo, en dos sentencias, ha autorizado las obras, siempre que se atengan a 'la conservación y mantenimiento de los elementos estructurales del claustro, visiblemente afectado por un proceso de progresiva degradación'.

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Las taladradoras y la grúa seguían ayer sus trabajos aceleradamente. Al menos tres hiladas de sillares, después de ser siglados, han sido ya trasladados en camiones hacia unas dependencias del Ministerio de Educación en Alcalá de Henares. Los sillares, más de 200, proceden de las alas norte, oeste y este del claustro, que se veían afectadas por un combamiento de hasta 40 centímetros, según fuentes técnicas que laboran en el claustro. En el ala sur, sometida a restauración en los años sesenta, el desmontaje lleva un ritmo lento por hallarse mejor conservada. Las obras pueden prolongarse más de tres meses.

En los recursos presentados para pedir la paralización de las obras de desmontaje del claustro de los Jerónimos se dice que tanto el director del Museo del Prado como el Gobierno regional y el equipo de gobierno municipal, en diferentes momentos del proceso de información previo a la decisión gubernamental de ampliar el Prado, 'omitieron informar al Consejo de Ministros de la condición de bienes de interés cultural de la que gozaban iglesia y claustro'. El Gobierno regional de la Comunidad de Madrid y el Consitorio, dice el recurso, se limitaron a advertir al Consejo de Ministros de que la actuación sobre la zona se oponía al Plan General de Ordenación Urbana, omitiendo informarle de la protección máxima de la que la iglesia y el claustro gozaban por tratarse de bienes de interés cultural. Estos extremos deberán ser probados por el Tribunal Supremo, que tramita los recursos.

Victoria Marín, directora de Patrimonio de la Comunidad de Madrid, asegura que la parcela es de titularidad estatal, por lo que no es competencia del Gobierno regional. La cualidad de bienes de interés cultural derivaba de la condición de monumentos nacionales de claustro e iglesia, reconocida por declaración oficial por Real Orden de 15 de julio de 1925. El 13 de octubre de 1995, el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid homologó su monumentalidad y su interés cultural, que implicaban el máximo grado de protección material e indivisibilidad del conjunto arquitectónico formado por ambos, conforme a la Ley de Patrimonio Histórico de 1985. Esta ley es considerada muy rigurosa en la defensa de los monumentos históricos, ya que, incluso, impide modificaciones que puedan afectar a la visibilidad de los recintos tratados. (El proyecto de Moneo prevé insertar el claustro de los Jerónimos en el interior de un edificio cúbico de nueva fábrica).

Los recurrentes se refieren a la proposición no de ley sobre la ampliación del Museo del Prado, consensuada en 1995 por los grupos parlamentarios y asumida en 1998 por el Consejo de Ministros, que dio pie al proceso de ampliación a costa del claustro. Un párrafo -que fue omitido por el Boletín Oficial del Estado- informaba de que el 'actual conjunto arquitectónico no debe ser afectado por las ideas o proyectos para la ampliación'. La frase fue repuesta dos meses después.

Mutilación de monumento nacional. Ocultación de restos. Alteración del carácter arquitectónico y paisajístico de un área protegida. Expoliación. Tales son las denuncias invocadas en los más recientes recursos presentados por particulares ante el Tribunal Supremo con fecha 26 de febrero y 23 y 27 de marzo. Los recurrentes reclaman medidas cautelares urgentes que paralicen las obras de desmontaje del claustro renacentista de la iglesia de los Jerónimos, cuyo ámbito quedará integrado en un edificio de servicios que formará parte de la ampliación del Museo del Prado, diseñada por Rafael Moneo. El Supremo, en dos sentencias, ha autorizado las obras, siempre que se atengan a 'la conservación y mantenimiento de los elementos estructurales del claustro, visiblemente afectado por un proceso de progresiva degradación'.

Las taladradoras y la grúa seguían ayer sus trabajos aceleradamente. Al menos tres hiladas de sillares, después de ser siglados, han sido ya trasladados en camiones hacia unas dependencias del Ministerio de Educación en Alcalá de Henares. Los sillares, más de 200, proceden de las alas norte, oeste y este del claustro, que se veían afectadas por un combamiento de hasta 40 centímetros, según fuentes técnicas que laboran en el claustro. En el ala sur, sometida a restauración en los años sesenta, el desmontaje lleva un ritmo lento por hallarse mejor conservada. Las obras pueden prolongarse más de tres meses.

Aspecto del claustro de los Jerónimos.
Aspecto del claustro de los Jerónimos.GORKA LEJARCEGI

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