Las mejores obras de madurez de El Greco, juntas en el Bellas Artes de Sevilla
La exposición añade dos lienzos a los 25 que se vieron en Granada
Doménicos Theotocópulus El Greco (Creta, 1541-Toledo, 1614) fue un revolucionario en el panorama del arte español del Siglo de Oro. Los mejores lienzos de su etapa de madurez se exponen desde ayer en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. El Greco. Últimas expresiones, que se ha exhibido en Granada y ha tenido más de 70.000 visitas, se incrementa en Sevilla con dos pinturas: Julián Romero, del Museo del Prado, y Cristo sosteniendo la cruz, del Museo Thyssen. La muestra, que incluye una réplica del Entierro del conde Orgaz que salió de su propio taller, está organizada por la Consejería de de Cultura y la Caja de Granada.
'La exposición reúne obras de sus últimos treinta años, un periodo suficiente para observar lo más característico de su producción. Podemos ver su formación bizantina, su paso por Venecia y la influencia que recibió de artistas como Tintoretto, Bassano o Veronés y, por último, el cambio que supuso confrontar su estilo con el mundo recio de la pintura castellana. El Greco asimiló todo esto y dio a su obra un enfoque inédito, con su toque manierista, que resultaba chocante para su época', explicó ayer Enrique Pareja, comisario de la muestra y director del Museo de Bellas Artes de Sevilla. La exposición, que estará abierta hasta el 13 de mayo, reúne nueve obras procentes de la Casa Museo El Greco de Toledo, además cuatro que pertenecen al Museo del Prado de Madrid y otras pinacotecas del resto de España. Santa Faz, una obra del Palacio Nacional de Ajuda (Lisboa), que se muestra por primera vez en público, es la única pieza que llega del extranjero.
'El Greco es uno de esos inmigrantes que llegó a romper con las normas artísticas establecidas en la España del siglo XVI y creó un mundo propio. Es de rigor que los artistas, además de emocionar, rompan moldes', afirmó ayer la consejera de Cultura, Carmen Calvo.
La muestra presenta 27 obras, dos más que en Granada, entre ellas destacan la mejor versión, en opinión de los expertos, que el artista hizo de Lágrimas de San Pedro o la Inmaculada Concepción, de la fundación Felgas-Fagalde de Oviedo. La libertad de la pincelada de Theotocópulus puede apreciarse con la comparación del retrato de Diego de Covarrubias de El Greco, que se cuelga al lado de otro del mismo personaje firmado por Sánchez Coello.
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