Aznar defiende una 'profunda' reforma para acabar con el 'fracaso' del sistema educativo
El presidente critica en Valencia los 'dogmas' y posiciones 'reacias' al cambio
'Nuestro país afronta un proceso de reflexión educativa profundo y serio', dijo Aznar, al señalar que el Gobierno del Partido Popular se propone dar un cambio radical en todos los niveles del sistema educativo, hasta llegar a la universidad. Con todo, reconoció, 'el ámbito educativo es reacio a las reformas'. Una alusión con la que el presidente se refería a las resistencias que han suscitado en sectores sociales y académicos los primeros borradores que se han conocido, tanto de la Ley de la Calidad Educativa, que pretende recuperar la reválida al final del bachillerato, como de la futura Ley Universitaria. Esta última está basada en la apertura del sistema de elección de rector mediante el voto ponderado de toda la comunidad académica y en cambiar el sistema de acceso a la función docente, de tal forma que los profesores pasarán una prueba estatal para acceder a una plaza.
Pese a estas consideraciones críticas, el presidente cuestionó el modelo educativo introducido por el anterior gobierno cuyos 'criterios pedagógicos', subrayó, 'han demostrado ampliamente su fracaso'. Y abogó por una 'profunda' reforma educativa basada en la calidad -'es decir, en los conocimientos y valores adquiridos por el alumno'- y no, como 'equivocadamente se hace en ocasiones, en términos de los recursos empleados'. Con esta expresión Aznar respondió a la polémica sobre el déficit de infraestructuras escolares públicas que padecen varias comunidades autónomas y el consiguiente debate generado en torno a la enseñanza privada y su apuesta por la fórmula de los conciertos educativos, impulsada en el último quinquenio.
'Desmotivación'
La reforma del sistema educativo, en palabras del presidente, pasa pues, por asumir que existe ' una tasa de fracaso escolar demasiado elevada en la enseñanza secundaria obligatoria y bachillerato', lo que pone en evidencia la 'desmotivación' del alumnado, los profesores y los directores'. 'La receta para procurar el cambio se basa en tres principios: 'rigor, exigencia y calidad', remachó.
Pero también en la introducción de nuevas reglas del juego para lograr la 'profesionalización de la función directiva', mediante 'nuevos mecanismos en la elección del director' y 'dotarlos de medios que refuercen su propia autoridad y la de los profesores'. Ésta será, precisamente, una de las principales novedades que tendrá la Ley de la Calidad que el Ministerio de Educación pretende enviar al Congreso en junio.
La reforma de la educación secundaria exige simultáneamente la reordenación de la Formación Profesional. Aznar se propone devolver a la FP el 'prestigio' y hacerla ' atractiva para los empresarios'. La meta principal es combinar la mejora de la formación con el mercado de trabajo. Es decir, formar técnicos de FP que 'sean útiles a la hora de lograr un empleo'.
El proyecto político de dar un vuelco a todo el sistema educativo no acaba con la secundaria. 'Las reformas deben llegar al último escalón del sistema: la Universidad'. En una brevísima mención a la que ha sido la primera Ley de Reforma Universitaria de la democracia, Aznar recordó que desde 1983 hasta hoy 'muchos de los elementos que la motivaron han sido superados' y 'necesitan ser revisados'. La fórmula que prepara el Gobierno para culminar su modelo educativo con la reforma de la enseñanza superior se resume, según el presidente así: 'Apostar por el binomio autonomía / responsabilidad'.
Fue en el ámbito universitario donde Aznar fue más explícito y zanjó cualquier interrogante acerca de las posibles contradicciones que pudiera haber entre ciertos aspectos de la reforma universitaria que prepara el Gobierno central y la polémica Ley de Consejos Sociales que desde la Comunidad Valenciana ha avanzado su correligionario el presidente autonómico Eduardo Zaplana. 'Esto significa autonomía docente y organizativa, unida a una efectiva rendición de cuentas ante la sociedad de los medios que ésta le proporciona para su tarea', puntualizó Aznar, flanqueado por el presidente valenciano y la ministra de Educación, Pilar del Castillo, tras recibir la medalla de oro de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), en el marco de la reunión preparatoria de la próxima cumbre que se celebrá en Perú en noviembre.
La incógnita sobre la desaparición de los consejos sociales universitarios, planteada incluso desde voces internas del Gobierno, quedó pues despejada. La reforma se cimentará sobre dos pilares básicos: 'Mejorar el gobierno de las universidades y hacer más fiable la selección del profesorado universitario'.
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