Zapatero defiende la capacidad de las autonomías para crear impuestos

José Luis Rodríguez Zapatero, líder del PSOE, defendió ayer que la Constitución concede a las comunidades autónomas capacidad para crear nuevas figuras impositivas, aseguró que recurrirlas ante el Constitucional, como hace el Gobierno, equivale a no entender el Estado de las Autonomías en el contexto de la Constitución, y pronosticó que ése será el modelo de 'corresponsabilidad fiscal' que defenderá su partido.

Rodríguez Zapatero defendió tanto el impuesto con el que el presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, quiere gravar a la banca, como la tasa que la Generalitat de Cataluña, gobernada por CiU, quiere imponer a las grandes superficies, y la propuesta del presidente de Andalucía, Manuel Chaves, para que las tabaqueras sufraguen parte del coste de las enfermedades que causa el tabaquismo.

El líder del PSOE acusó al Gobierno de estar sumido en 'una contradicción profunda', pues a la vez que mantiene 'el discurso' de que las comunidades autónomas tienen que asumir 'su responsabilidad sobre los ingresos y no sólo sobre los gastos' en sus presupuestos, después, cada vez que éstas ponen en marcha 'una iniciativa impositiva o fiscal, el Ejecutivo se rasga las vestiduras'. En su opinión, 'mantener una actitud cicatera, renuente y reticente ante esa competencia que la Constitución atribuye a las comunidades autónomas y que desarrolla la ley orgánica de financiación de las autonomías es no defender la Constitución, sino el programa de un partido político'.

Tras defender el 'derecho' que tiene el Gobierno a recurrir cuantas normas autonómicas considere oportuno, 'de igual forma que las autonomías tienen derecho a recurrir las normas del Estado', Zapatero argumentó que 'cada comunidad autónoma tiene derecho a una política fiscal con rasgos de singularidad y autonomía, y es una incoherencia pedirles corresponsabilidad fiscal y luego rasgarse las vestiduras porque la ejerzan'.

Financiación autonómica

El inminente debate sobre el nuevo modelo de financiación autonómica deberá incluir, según Rodríguez Zapatero, esta cuestión 'bien interesante'. La posición del PSOE, según adelantó ayer, es que 'las autonomías tienen que asumir su responsabilidad fiscal' y que serán los electores quienes tendrán que valorar con sus votos si aprueban o no esa opción. 'Si Ibarra pone un impuesto, se la juega él', dijo tras calificar su plan de gravar a la banca de 'figura impositiva innovadora' y de propuesta fiscal 'interesante, valiente y comprometida'.

Las autonomías, argumentó, afrontan gastos crecientes pues es a ellas a quienes, mayoritariamente, corresponde facilitar servicios públicos 'de calidad' a los ciudadanos. Según el líder socialista, además, durante los últimos años y debido al fuerte crecimiento económico, los ingresos del Estado han crecido en mayor medida que las transferencias que éste realiza a las comunidades autónomas. Mientras, la demanda de servicios públicos ha aumentado en consonancia con ese crecimiento económico y las autonomías se han encontrado con que no contaban con recursos suficientes como para responder adecuadamente a esa creciente demanda.

Pese a los elogios que Zapatero procuró a las distintas iniciativas fiscales de las autonomías, matizó que determinadas figuras impositivas son aplicables a una comunidad autónoma, pero 'no son exportables' a otra. Así, tras una calurosa defensa de la decisión del Ejecutivo extremeño de gravar los beneficios de los bancos, añadió que no ve esa figura 'exportable al resto de España'. Con todo, y como adelanto de cuál será la posición del PSOE de cara a una futura reforma fiscal, Zapatero aseguró que el PSOE defenderá que 'los impuestos graven menos a los ciudadanos y más a las compañías, que son quienes de verdad tienen capacidad económica en nuestro país'.

Otro debate que Zapatero cree que acabará imponiéndose en un futuro cercano es exigir a las empresas tabaqueras que financien parte de los gastos médicos que causan las enfermedades por tabaquismo. 'El Gobierno debería replantearse' su rechazo a esta medida porque, según recordó Zapatero, 'abre un debate que estaba latente en la sociedad' y es 'una vía que ha sido ensayada con éxito en otros países'.