El ciudadano
Como todos los días, acompañaba a mi querido animal doméstico a la calle, cuando una mujer, con más prejuicios que razonamiento deductivo, me recriminó: '¿No va a recoger la caquita?'.
En mi lengua sólo encontraba palabras malsonantes y fuera de lugar, por lo que preferí no 'tocar el arpa'.
Papeles, latas de aluminio, vidrios, plásticos, pilas..., que vemos todos los días por la calle contaminan enormemente la atmósfera; sin embargo, los desechos orgánicos, en su gran mayoría, no.
El ciudadano se cree LA persona cívica, EL modelo a seguir; debido al gran ego que posee, es incapaz de percibir sus propios defectos, y, lo que aún es más grave, intenta cambiar a los demás sin hacerlo antes él.-
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