Enseñanza paga a los siete centros de élite concertados más de 900 millones anuales

Estos siete centros tienen concertadas para el próximo curso un total de 49 unidades de Primaria y 42 de ESO. Una unidad concertada de Primaria tiene para el Departamento de Enseñanza un coste de unos nueve millones de pesetas anuales, y una de Secundaria Obligatoria, de 11 millones. Estas cifras incluyen las nóminas y todos los gastos sociales de dos profesores, y una partida en concepto de gastos de mantenimiento que en el caso de Primaria es de unas 800.000 pesetas por unidad y en el de ESO se acerca a 1.200.000. Las siete escuelas costarán al erario público un total de 903 millones de pesetas cada año.

Los casos de La Farga y La Vall, dos colegios vinculados al Opus Dei que sólo aceptan niñas, son especialmente sorprendentes. Han pasado de ser escuelas totalmente privadas a colocarse entre los 10 centros concertados que más dinero reciben de la Generalitat. El primero tiene concertados 12 cursos de Primaria y otros 12 de ESO, por lo que cuesta al erario público 240 millones de pesetas anuales, y La Vall tiene 15 y 12, respectivamente, lo que supone que recibe 273 millones al año. A la Saint Paul's School, que aplica las mensualidades más altas de todo este grupo, la Generalitat le ha concertado cuatro unidades de Primaria, dos de primero de ESO y otras dos de segundo de ESO, lo que supone unos 80 millones de pesetas. Enseñanza está investigando estos siete centros para comprobar si cumplen las condiciones de gratuidad que legalmente llevan aparejadas los conciertos educativos.

En declaraciones a la agencia Europa Press, el director de La Farga, Miquel Riera, lamentó que se usen estos colegios 'como bandera para criticar la política de la consejera de Enseñanza'. Isabel Valls, directora de la Fundación Pere Vergés, propietaria del colegio Pere Vergés, y también de la escuela Garbí, que este curso ha pedido una derrama de 140.000 pesetas a sus alumnos y que cobra recibos mensuales de 60.000 pesetas, considera que la polémica obedece 'a una pugna política'.

Los directores del colegio Viaró -también vinculado al Opus Dei, pero sólo para chicos-, Ignasi Canal, y del colegio La Vall, Maria Teresa Martínez, insistieron en que si consiguieron los conciertos fue porque cumplen los requisitos y aseguraron que lo único que pagan los padres son 8.400 pesetas mensuales para cubrir la hora complementaria de clase. El director de La Farga, sin embargo, reconoció que los padres aportan 'una cantidad' a la fundación Institució Familiar d'Educació, propietaria de los centros, contribución que 'en todo caso es voluntaria'.

El director del Viaró no tuvo reparos en reconocer que los alumnos de Primaria, que está concertada, pagan 23.000 pesetas mensuales, y los de Secundaria, 18.000 pesetas. No especificó la cantidad que recauda la fundación, que, según diversas fuentes, está en torno a 50.000 pesetas al mes.

El director de Súnion, Joan Puig, rechaza que el suyo sea 'un centro de élite' y reconoce que el sistema de conciertos es muy discutible, pero argumenta que si lo pidió fue porque se consideraba discriminado ya que el 90% de las escuelas lo están. En Súnion, los cursos no concertados cuestan 49.000 pesetas al mes, y los concertados, 25.000.

Paralelamente, Núria Serrahima, presidenta de la coordinadora de las asociaciones de padres (APAS) de Sant Cugat, integrada por siete escuelas de Primaria y tres institutos de Secundaria, todos ellos públicos, explica la situación de desamparo en la que se encuentran estos centros. 'En la escuela de Primaria Pins del Vallès se está cayendo el techo. Es de aluminio, lo que probablemente es ilegal, y la reparación cuesta 18 millones de pesetas. Pero, tras pedirlo una y otra vez, Enseñanza finalmente nos ha destinado nueve millones, aunque aún no los hemos visto'. Los tres institutos de secundaria de Sant Cugat, el Arnau Cadell, el Angelita Ferrè i Sensat y el Leonardo da Vinci, tienen que dar clases en barracones desde hace años.