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Volkswagen amenaza con comprar menos en España por la baja competitividad

El grupo dice que Martorell pierde muchas horas

Tras la acusación, la amenaza. Volkswagen considera inevitable recortar sus compras a los proveedores españoles para los nuevos modelos si continúa empeorando su competitividad. Así lo indicó ayer el español Francisco Javier García Sanz, miembro del comité ejecutivo del consorcio y su máximo responsable de compras, durante la presentación de resultados de Volkswagen. El consorcio -que también incluye las marcas Audi, Seat y Skoda - realiza el 10% de sus compras a proveedores españoles, lo que representó el año pasado cerca de 900.000 millones de pesetas.

García Sanz excluyó romper los contratos de suministro ya cerrados, pero advirtió de que las propuestas de las empresas españolas son cada vez menos competitivas respecto a las de otros países.

Por su parte, Bernd Pischetsrieder, también miembro del comité ejecutivo de Volkswagen y presidente de Seat, no perdió la ocasión de incidir en sus críticas de la semana pasada sobre la pérdida de competitividad de la industria española del automóvil.

Costes crecientes

Pischetsrieder, a quien se le presuponen aspiraciones de presidir el consorcio, ilustró su alegato con dos datos: 'Los costes industriales del sector del automóvil crecen en España a un ritmo del 4,6%, frente al 2% en Alemania. Y, además, desde julio hasta ahora, hemos perdido en Seat más horas de trabajo que en 10 años en la fábrica de Wolfsburg'.

Fuentes del grupo señalaron que el aluvión de críticas no hacían sólo referencia al tiempo de trabajo de los empleados de Seat, sino también, y de forma especial, a las huelgas de los proveedores y al paro del año pasado de las empresas que entregan los vehículos.

El presidente de la filial española insistió en que le importa más 'mejorar la rentabilidad que aumentar la producción' de Seat. El año 2000, la empresa fabricó en Martorell 516.146 coches, con unos beneficios de 14.534 millones de pesetas.

Caída de ventas

De cara a 2001, Seat augura una caída de las ventas, por primera vez desde la dura crisis que sufrió durante el bienio 1993-94. Según Pischetsrieder, este año el mercado europeo del automóvil puede caer un 10%, influido por el descenso de ventas en Alemania, y los objetivos de Seat son una bajada inferior. El presidente de Seat descartó, sin embargo, reducciones de empleo: el descenso de la producción se absorberá usando el colchón de producción de los fines de semana pactado con los sindicatos. Martorell ya ha parado tres sábados este año debido a las inferiores ventas.

En febrero pasado, las ventas de Seat en Europa cayeron un 16,2% sobre febrero de 2000, y casi el doble de la bajada registrada por todas las filiales de Volkswagen, según datos de la patronal europea ACEA. Sus datos provisionales apuntan que el mercado alemán, el segundo para Seat, se redujo el 12,1% el mes pasado.

En la cita de Wolfsburg, el presidente de Volkswagen, Ferdinand Piëch, que se jubila el año próximo, destacó que por primera vez en la historia del grupo se han vendido más de cinco millones de vehículos (5,1 millones). El consorcio ganó 343.000 millones de pesetas, un 144,2% más, por la subida de las ventas y la rebaja de impuestos en Alemania. El grupo quiere seguir elevando la rentabilidad sobre el capital invertido, hasta llegar al 9% sobre el beneficio final. En 2000, la rentabilidad sólo subió del 6,9% al 7%.

Pischetsrieder (derecha) y Piëch (tercero desde la derecha), junto a otros ejecutivos ayer en Wolfsburg.
Pischetsrieder (derecha) y Piëch (tercero desde la derecha), junto a otros ejecutivos ayer en Wolfsburg.REUTERS

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