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NOTICIAS DE LA EDICIÓN INTERNACIONAL DE EL PAÍS

Un exiliado cubano afirma que la "industria anticastrista" está agotada

Un libro recoge una entrevista al escritor y periodista Luis Ortega

"El anticastrismo está en crisis y en proceso de desaparición", asegura el ex columnista del antiguo diario Prensa Libre , quien fuera uno de los periodistas más famosos de la Cuba prerrevolucionaria. Miami, donde el tiempo se detuvo es una larga entrevista de 200 páginas y su autor es el periodista cubano Luis Báez, quien ha acompañado a Fidel Castro en numerosos viajes por el mundo y es autor de Secretos de generales y Los que se fueron , entre otros libros.

En la entrevista, realizada en La Habana el año pasado, Báez y Ortega establecen un diálogo que no gustará nada a los líderes del exilio.

Mas Canosa

Del difunto Jorge Mas Canosa, fundador de la poderosa Fundación Nacional Cubano Americana, afirma: "Acumuló demasiados millones de dólares y no se puede negar que sus compañías prosperaron al calor de sus relaciones con Washington y de sus contribuciones a las campañas políticas de los americanos. Mas Canosa hizo algo muy interesante: en vez de dejarse sobornar por los americanos se dedicó a sobornarlos". Ortega acusa a Mas Canosa de actuar como un mafioso y de ser el "creador" de los congresistas republicanos Lincoln Díaz Balart e Ileana Ross, promotores de la ley Helms-Burton y de otras leyes anticastristas en el congreso de Estados Unidos.

Al presidente de la Unión Liberal Cubana, Carlos Alberto Montaner, lo tilda de personaje "de la picaresca española". "Es un tipo muy hábil para hacer trampas y ganar dinero. Se promociona muy bien... Montaner no es un intelectual, ni un periodista, ni un político. Es un excelente publicitario. Y lo hace muy bien, sin escrúpulos de ninguna clase". Ortega arremete también contra el escritor cubano exilado en España Jesús Díaz, de quien denuncia un pasado de intolerancia y ortodoxia: "Cuando era secretario del comité del Partido en el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica, siempre se opuso a que destacados cineastas fueran militantes del partido debido a que eran homosexuales y, desde su cargo en El Caimán Barbudo, no tenía piedad con nadie que no mantuviera una posición marxista".

Miami, donde el tiempo se detuvo no deja títere con cabeza. Ortega, que en los 42 años que lleva en Miami no ha pertenecido a ninguna agrupación política, asegura que en los últimos años el exilio "ha llegado al agotamiento y a la indigencia intelectual". "Cada vez más gente acepta la idea de que muchos sinvergüenzas se han enriquecido con la industria del anticastrismo". Según Ortega, en Miami cada vez es mas numerosa "la mayoría silenciosa que está por la normalización de las relaciones con Cuba para poder mantener una relación estable con sus familiares, e incluso visitarlos sin correr ningún tipo de riesgo". Por ello, pronostica, el "negocio del anticastrismo" tiene los días contados. "Es obvio que se esta enfriando poco a poco. Hay señales inequívocas de que el negocio como tal está perdiendo clientela. Esto no quiere decir que la oposición a Castro vaya a desaparecer... Lo que está en crisis es el negocio...", opina Ortega.

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