La memoria anual del TSJA asume la 'pérdida de confianza' de los ciudadanos en la justicia

La memoria, de casi 600 páginas, que fue presentada por el presidente. Augusto Méndez de Lugo, asume la 'mala prensa' que la justicia tiene entre la ciudadanía, que le achaca lentitud en la resolución de los litigios y unos procedimientos bastante complicados. En ese clima incluso se cuestiona, dice el ininforme, 'la profesionalidad de los jueces'.

'Demasiadas veces', admite la memoria, 'un asunto es resuelto cuando ya es tarde, cuando alguna de las partes deja de tener un interés manifiesto o cuando la situación de uno de los interesados resulta ya insostenible'.

'El ciudadano siente lejana la justicia, se considera desprotegido y echa en falta un lugar donde plantear sus quejas, sugerencias y donde obtener información gratuita', sostiene la memoria. La solución no es fácil. El convenio que la Junta y el Consejo General de Poder Judicial pondrán en marcha próximamente para asesorar a quien lo solicite tiene trabas incluso antes de su firma: no hay espacio físico en los juzgados para tales dependencias

Frente al malestar de los usuarios, los jueces creen que las 'críticas desmesuradas han provocado una erosión indebida en su imagen y apoyo social que influye directamente en el rendimiento global de la judicatura'. Los jueces entienden que el retraso se debe a la falta de medios, a las deficiencias de la normativa procesal y a las 'estrategias dilatorias a las que recurren los abogados'.

Pero hay otros elementos concretos a tener en cuenta, según el TSJA, para explicar el deficiente funcionamiento de la justicia. Uno de ellos es la falta de jueces. Según Méndez de Lugo, no es que las plazas sean insuficientes en el territorio andaluz sino que ni siquiera hay jueces para las vacantes.

De hecho, finales de 2000 existían en la comunidad 87 puestos libres de los cuales 46 se van a cubrir en las próximas semanas con alumnos procedentes de la escuela judicial. El recurso a los jueces sustitutos produce 'un desarraigo que en la práctica pudiera traducirse en una falta de motivación'.

El TSJA justifica la falta de 'calidad' de algunas sentencias en la 'sobrecarga' que padecen los magistrados. Esta circunstancia, a su vez, impide a los jueces emplear el 'tiempo propio para dedicar a la familia, al ocio y al descanso: situación ambas insostenibles'.

Las soluciones que propone la memoria del alto tribunal pasan por acomodar la plantilla a 'unos módulos razonables de trabajo, incentivar la formación permanente de jueces y magistrado y dotarlos de los instrumentos adecuados para el desempeño de su labor'.

Datos pormenorizados

Todas estas impresiones sobre el funcionamiento de la justicia están reflejadas en los datos pormenorizadas que contiene la memoria sobre cada una de las jurisdicciones. La de lo Contencioso Administrativa sigue siendo, pese al descenso de los asuntos pendientes y del número de expedientes registrados, la que acumula más asuntos pendientes, 51.199 frente a los 56.576 del año anterior.

En las Audiencias Provinciales el TSJA ha registrado un descenso de un 22% de nuevos asuntos, pese a lo cual el número de pleitos pendientes a finales de 2000 era de 18.461 frente a los 22.609 del año anterior. Pese a esta mejor evolución, señala el informe, 'no se puede decir aún que la actividad de las Audiencias Provinciales en conjunto sea todo lo óptima y se encuentre prácticamente normalizada'.

La memoria también analiza la incidencia que ha tenido en Andalucía la entrada en vigor de la ley de Enjuiciamiento Civil, que requiere la presencia del juez en los actos de prueba y la grabación de los juicios. El TSJA afirma que las localidades que no son capitales de provincia 'carecen de una infraestructura que se acomode a las exisgencias lejales'.