La subida de la cuota de abono sufragará el servicio universal

El Gobierno quiere matar dos pájaros de un tiro a la hora de satisfacer las dos principales demandas de Telefónica: las pérdidas que sufre por el mantenimiento de su infraestructura (el denominado déficit de acceso) y el coste del servicio universal. La subida de la cuota de abono que demanda la compañía, y que refrenda Bruselas, servirá para costear ambos capítulos.

En el primer capítulo, el Ministerio de Ciencia y Tecnología está ultimando un acuerdo con Telefónica de España. La operadora está dispuesta a rebajar a casi la mitad su demanda de 298.000 millones de pesetas, lo que traducido a términos de usuario supondría una cuota de abono mensual de entre 2.000 y 2.300 pesetas. Actualmente, los abonados de Telefónica pagan 1.642 pesetas al mes que, a partir de agosto serán 1.742 pesetas y el año que viene está previsto que se sitúen en el entorno de las 1.850 pesetas. A este escenario pactado se sumaría la subida adicional que, en cualquier caso, se aplicaría gradualmente a partir de 2002.

El Gobierno español tiene de plazo hasta el 29 de marzo para responder a las autoridades comunitarias que le enviaron un dictamen motivado atendiendo la demanda de Telefónica de noviembre de 1998. Aunque el ministerio puede demorar este plazo mediante una respuesta ambigua a Bruselas, se expone a una demanda ante el Tribunal de Justicia de Luxemburgo, por lo que prefiere una solución pactada.

Siguiendo el consejo de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones, el Ejecutivo quiere que Telefónica asuma, con carácter retroactivo, todo el coste del servicio universal, que garantiza los servicios básicos de telecomunicaciones a todos los ciudadanos, cifrado por la operadora en 200.000 millones de pesetas al año desde el inicio de la liberalización -en diciembre de 1998- que, en teoría, debía repartirse entre todos los operadores.