Zapatero insiste en el diálogo pese a la 'altanería' del Ejecutivo

Convencido de que 'la política se acaba cuando se acaban las palabras', el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, insistió ayer en no dar por cerrada la vía del diálogo con el Gobierno sobre la Ley de Extranjería. Rodríguez Zapatero, que viajó a Lugo, no quiso revelar si la ejecutiva de su partido acordará el próximo lunes presentar un recurso de inconstitucionalidad contra la ley, pero insistió en que un recurso así no quedaría resuelto antes de seis o siete años, plazo en el que ya habrá en España una 'nueva mayoría' política.

Zapatero puso como ejemplo el caso de la reconsiderada repatriación de los ecuatorianos para pedir al Gobierno que 'rectifique' sus posiciones. El PSOE, dijo su secretario general, está a la espera de que el vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Mariano Rajoy, 'responda, negro sobre blanco', a las medidas planteadas por los socialistas.

La actual ley, adujo Zapatero, contiene cláusulas 'inaplicables' y que 'no se le ocurrirían ni al que asó la manteca', lo que ha provocado que la política de inmigración del Gobierno de Aznar vaya 'de tropiezo en tropiezo, de rectificación en rectificación'. A pesar de los 'desplantes' y de la 'altanería' del Ejecutivo, los socialistas mantendrán hasta el final su oferta de diálogo, según Zapatero.