Los precios suben un 0,3% en febrero, pese a las bajadas de las gasolinas
Febrero ha sido un mal mes para los precios en los cuatro países europeos de los que se tiene noticia hasta ahora. En Alemania subió un 0,6%; en Francia, un 0,3%; en Portugal, un 0,4%, y en España, un 0,3%. De todos, Portugal es el peor en cuanto a la variación del último año (4,8%), seguido de España (3,8%). Alemania está en el 2,6%, y Francia, en un 1,4%.
El Banco Central Europeo (BCE) ha repetido últimamente que las tensiones inflacionistas no han desaparecido en la zona euro y los datos de febrero le dan la razón. Así que nadie espera que la autoridad monetaria de la zona euro se incline hoy por reducir los tipos de interés (ahora, en el 4,75%), lo cual no deja de ser un alivio para la economía española.
Con el precio del dinero más barato, la demanda se recuperaría y la inflación tendría un motivo más para seguir al alza. Es lo que ha sucedido en febrero, con la diferencia de que todos los indicadores señalan que el consumo no se ha vuelto a acelerar; es decir, que aún puede ser peor si el BCE toma decisiones para evitar un retroceso en la poderosa economía alemana.
Los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) para España han sido más malos de lo esperado en un clima económico que ya no es de euforia. En febrero respecto de enero, el índice de precios al consumo (IPC) subió un 0,3%, el peor dato para ese mes desde el año 1996. La inflación de los últimos 12 meses se elevó al 3,8%, una décima por encima del resultado a enero, y en el nivel más alto para febrero desde el año 1995 (4,8%).
Además de que la presión de la demanda es menor, el efecto de los precios de los carburantes también se esperaba más bajo, y así ha sido. Desde octubre del pasado año, la inflación correspondiente a los productos energéticos ha pasado de crecer a un ritmo anual del 13,8%, hasta hacerlo a un 4,8%; es decir, a una tercera parte.
Este drástico recorte no evita que la grave crisis del petróleo que han vivido todos los países del euro y se ha amplificado en España haya contagiado los precios de los servicios y la industria. Los efectos se enquistan, y así lo recoge la denominada inflación subyacente (el índice general menos los alimentos frescos y la energía), que ha subido un 0,4% en relación a enero y un 3,2% en los 12 últimos meses, un punto por encima del nivel de un año antes.
El teléfono y el gas
Los precios industriales sin energía se han acelerado tres décimas en relación a enero y un 2,7% en los 12 últimos meses, una décima por encima del nivel de enero. La tensión aquí puede remitir en los próximos meses, como anticipa la evolución de los precios industriales que el INE elabora al margen del IPC y que arroja descensos en las tasas mensuales desde el pasado diciembre.
En el sector servicios está el otro gran problema. En febrero respecto de enero la subida ha sido del 0,4%, lo que ha situado la tasa del último año en el 4,6%, una décima más que en enero. Aquí ha influido una aceleración de la tasa anual de inflación del capítulo correspondiente al teléfono (del 2,5% negativo en enero al 0,5% positivo en febrero). También el aumento de los precios de los servicios médicos (1,4% de subida mensual) y la educación infantil (1,1%).
Capítulo aparte son otra vez los productos del IPC que dependen de decisiones oficiales y que afectan a una gran mayoría de usuarios. Por ejemplo, el transporte público urbano, que ha aumentado un 1,3% en un solo mes por decisión de los ayuntamientos. Y también el gas natural, aún en situación de monopolio, que el Gobierno subió un 1,6% en febrero (un 15,4% en el último año).
A todo ello se volvió a sumar en febrero la crisis alimentaria provocada por el mal de las vacas locas. Como ya ocurrió cuando estalló el problema hace dos meses, la carne de vaca apenas reduce su precio (un 0,6%), mientras que el resto de carnes se ha disparado (un 3% el cordero, un 4% el cerdo y un 3,6% el pollo). Los expertos son pesimistas respecto de una pronta vuelta a la normalidad en el sector.
El secretario general de Economía, Luis de Guindos, admitió ayer que el resultado de la inflación en febrero 'no es favorable', aunque dio como muy probable que al final de la primavera 'volvamos a tasas del 3%'. Hizo un nuevo llamamiento a los agentes sociales para que no se dejen llevar por unas tensiones en los precios que, en su opinión, van a desaparecer durante el ejercicio. Frente a un objetivo oficial del 2%, los expertos se sitúan algo por debajo del 3%.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.