Álava se convierte en la primera gran institución vasca en aprobar sus presupuestos

La Diputación de Álava se convirtió ayer en la primera gran institución vasca en disponer de un presupuesto aprobado para 2001. El pleno de las Juntas Generales dio su visto bueno a las cuentas sólo con los votos de los partidos constitucionalistas (PP, PSE y UA). Los tres grupos entienden este hecho como una respuesta a los nacionalistas, como 'una alternativa clara' ante el proyecto basado en Lizarra y la autodeterminación. El texto definitivo no ha admitido ninguna de las 922 enmiendas de la oposición.

El presupuesto detalla un gasto global de 51.667 millones de pesetas (310,5 millones de euros) e incluyen las partidas exigidas por los socialistas con relación a la renta básica para las personas con menos recursos, el peaje social de la A-68 y la puesta en marcha del museo Artium. Este acuerdo con el Gobierno foral se cifra en 2.139 millones.

La oposición (PNV, Euskop Alkartasuna, Euskal Herritarrok e Izquierda Unida) acusó a los tres partidos constitucionalistas de 'intolerantes' y de aplicar 'el rodillo'. Los junteros de Euskal Herritarrok optaron por abandonar el pleno y no participar en la votación. El resultado, sin embargo, ya estaba predeterminado.

El debate, con más contenido político que económico, se tensó en los últimos momentos con toda una retahíla de alusiones personales. Así, el portavoz socialista propuso a los representantes del PNV que 'jubilen al señor [Xabier] Arzalluz'. A su vez, el portavoz nacionalista se dirigió a Unidad Alavesa augurando su próxima desaparición, y acusó al Partido Popular de intentar trasladar al País Vasco la 'política dictatorial de Madrid'.