Encarcelado un joven tras admitir que pudo ser el homicida de la reyerta de Canillas

El suceso ocurrió alrededor de las cinco y media de la tarde, cuando Jaime Merino Carrera acudió con otros amigos del barrio de Manoteras al de Canillas 'para hacer una visita' a sus contricantes en ese barrio. El desencadenante fue una pelea que se produjo una semana antes en la gasolinera Villa Rosa. El perro de un joven de Canillas mordió a otro de Manoteras. Cuando éste regresó al barrio, el grupo de amigos se reunió en un taller-garaje y decidieron que aquello 'no podía quedar así', por lo que decidieron vengarse.

El joven que declaró haber apuñalado a Jaime Merino Carrera testificó que había cogido la navaja ('un objeto punzante', según su declaración) del suelo en el transcurso de la refriega y que, al abrirse camino, 'pudo haber sido el que dio la puñalada en la espalda a Jaime', según explicaron fuentes jurídicas a Efe. Varios amigos de la víctima señalaron ayer que su compañero huía cuando recibió un golpe en la tráquea. Momentos después fue apuñalado por la espalda, por lo que sus amigos rechazan que el agresor lo hiciera en defensa propia.

La navaja le entró a Jaime por la región escapular izquierda y le atravesó el corazón, lo que le causó la muerte prácticamente en el acto. Los facultativos de una UVI móvil del Samur-092 intentaron reanimarle durante media hora, pero al final sólo pudieron certificar su fallecimiento.

Familiares de los detenidos aseguraron anoche en los juzgados de la plaza de Castilla que sus hijos también resultaron lesionados en la pelea y que no estaban esperando a los jóvenes con los que se enzarzaron en la reyerta. Según fuentes judiciales, los detenidos fueron increpados por un grupo de unos 30 jóvenes de Manoteras que llegaron a la calle de Gomeznarro, en Canillas, 'fuertemente armados, con cuchillos e incluso con un hacha'. Dos detenidos están 'tremendamente lesionados', según las citadas fuentes.

La navaja empleada en el homicidio del joven de Manoteras fue encontrada en la terraza de un piso bajo en un edificio próximo al lugar de los hechos. La dueña de la vivienda fue quien la encontró. Agentes de la Brigada de Policía Científica investigan ahora si los restos de sangre que había en la hoja corresponden a la víctima. También intentarán sacar las huellas de las cachas, aunque fuentes de la investigación reconocen que es un proceso difícil ya que éstas son de madera.

La policía ha identificado al resto de los componentes de esta banda, aunque de momento no hará más detenciones. Fuentes de la investigación también señalaron que las disputas entre los vecinos de Canillas y Manoteras vienen 'de muy lejos'. 'Posiblemente la enemistad entre ambos barrios procede de sus respectivas familias y hunde sus raíces en el pasado', comentaron fuentes policiales. Éstas niegan que haya bandas juveniles organizadas en estos barrios y todo se debió a la rivalidad existente desde hace décadas. Los jóvenes que participaron en la pelea del sábado solían reunirse para jugar al fútbol o tomar cerveza.