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'Prefiero un amigo preso por vengarse que muerto', afirma un allegado de Jaime

Los amigos de Jaime Merino Carrera, el joven de 22 años que murió el pasado sábado en una pelea en Canillas, 'quieren venganza'. 'Si el asesino entra en la cárcel tras haber matado a un hombre, todos le respetarán. Si le damos una paliza antes, todos sabrán que era un cobarde; que le mató por la espalda', señala un amigo de la víctima, que no quiso identificarse.

Este amigo estaba cerca de Jaime cuando murió. 'Le rompieron la tráquea con un golpe de bate de béisbol. Él intentó huir, pero ya se caía. Entonces otro le clavó la navaja por detrás. Y tiró para arriba, para matarle. Sabemos quién fue el que le dio con el bate y el que le acuchilló', señaló ayer.

La pelea entre dos grupos de jóvenes de los barrios de Manoteras y Canillas empezó hace unos diez días. Se encontraron en una gasolinera y los perros de los dos grupos se enzarzaron a mordiscos. Luego, se unieron los dueños. Uno de los jóvenes de Manoteras recibió una paliza a manos de '15 de los de Canillas. Se pasaron y él buscó a unos amigos para responderles', relata el amigo. 'El sábado, nos juntamos 11 ó 12 en la UVA. Queríamos ir a Canillas a luchar de cara, con los puños. Pero alguien nos vió y les avisó. Nos esperaban con perros, cuchillos, bates de béisbol y hasta un arco con flechas. No nos esperábamos aquella trampa', sigue el amigo de Jaime Merino.

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Muchos de los que acudieron a Canillas a devolver la paliza de su amigo tienen antecedentes policiales 'por cosas que hicimos de niños'. Por eso saben que están siendo vigilados. 'No iremos a Canillas ahora que tenemos a la policía detrás. No tenemos prisa. Pueden pasar dos semanas o un mes. No denunciaremos a quien le mató para que se coja un buen abogado y pase sólo tres años en la cárcel por defensa propia. Le denunciaremos, pero antes tenemos que hacer algo. Nos conocemos desde niños y prefiero llevar a un amigo dinero en la cárcel por vengarse que llenar su tumba de flores, como a Jaime'.

Pese a la tensión entre los amigos del fallecido, el ambiente entre los vecinos del barrio de Manoteras estaba ayer tranquilo. Como cada noche, grupos de amigos del barrio 'de toda la vida' se reunían en las plazas para charlar, mientras tomaban unos botellines y picaban unas patatas. Muchos conocían a Jaime. 'Era de aquí del barrio de toda la vida. Su padre se jubiló hace un par de años. Era taxista, como su hijo mayor. Sacó adelante sus ocho hijos. Es un hombre honrado', relataba un conocido de la familia. Nadie decía temer a los amigos de Jaime. 'Esto es como cualquier barrio. Cada noche se reúnen grupos de amigos en los parques para hablar', comentaban los clientes de un bar cercano a la casa de Jaime. 'A él le gustaba vestir bien y le encantaban las motos. En el barrio la gente le quería porque le vimos crecer', añadían los parroquianos.

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