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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Robos en la Castellana

Después de trabajar, entraba yo a Madrid por el paseo de la Castellana y me detuve en la cuarta o quinta fila del semáforo situado entre la plaza de Cuzco y la de Castilla, a la altura del número 147 del paseo de la Castellana. Como muchas otras veces cuando estás parado en un atasco, vi gente que cruzaba entre los coches sin llamarme en absoluto la atención, pero, de repente, me di cuenta de que un chico de unos 15 años cruzaba por delante de mi coche.

Me quedé mirándole a la cara y me di cuenta de que él miraba fijamente mi rostro, como analizando lo que yo estaba haciendo dentro del coche. En décimas de segundo, recordé el e-mail informativo de un amigo que había leído, al mismo tiempo que me percataba de que otros tres o cuatro chavales se iban por la derecha de mi coche. Metí la primera y, gracias a que me encontraba en el carril izquierdo junto a la mediana que separa los tres carriles de cada sentido, pude salir escopetado al mismo tiempo que el chaval abría mi puerta.

Seguidamente llamé al 112 (emergencias) para que enviasen a la policía y, cuando comenté que había un grupo de chicos en la Castellana, ellos me dijeron que ya sabían de qué se trataba y que enviarían a alguien.

¡Como que van a estar esperando a que llegue la policía! ¿Cómo puede ser que la policía, que sabe lo que ocurre, no esté vigilando?

Resumiendo, si llego a dirigirme al chaval que me estaba abriendo la puerta para simplemente preguntarle '¿qué haces?', hubiese habido tiempo suficiente para que otros tres chicos, uno en cada puerta de mi lado, derecho otro al maletero, hubiesen abierto el coche llevándose lo que más a mano hubiesen encontrado. En este caso, mi ordenador personal con todo mi trabajo y mi chaqueta con la cartera. Toda esta acción no dura más de cinco segundos. Aseguro que a partir de ahora llevaré las puertas del coche cerradas.

Me consta que a otra persona conocida, y también ayer en la avenida de América, le ocurrió lo mismo y le robaron el teléfono móvil según hablaba por él. Supongo que, si no era consciente del problema, ni se le pasó por la cabeza lo que podía suceder.-

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