'Ángel cantaba para no oír lo que le decíamos'

El susto y los nervios de los primeros momentos tras el derrumbe del edificio dejaron paso ayer a las primeras sonrisas entre los familiares de Ángel Gómez Gata, el fontanero de 21 años que estuvo atrapado cuatro horas bajo los escombros. Su hermana y su novia explicaron, tras visitarle en el hospital Doce de Octubre, que Ángel activó su teléfono móvil presionando un botón con un glúteo, y que estaba cantando mientras ellas y los médicos le hablaban para tranquilizarle a la espera de que llegaran hasta él los equipos de rescate. Según su versión, el joven no quería oír nada de lo que le estaban diciendo ni de lo que ocurría.

Sonia, la novia del herido, relató cómo vivió Ángel su rescate. Ella llegó a la estación de metro de Argüelles sobre las dos de la tarde. Había quedado con él a esa hora en las taquillas. Ya desde las escaleras le extrañó la cantidad de polvo que había en los pasillos. Pensó que estaban quemando algo. Cuando salió a la calle, se encontró con el edificio de la esquina de las calles de Alberto Aguilera y de Gaztambide derrumbado.

Marcó el número del teléfono móvil de Ángel, pero éste no contestaba. También le telefoneó a su domicilio. La respuesta fue igualmente inexistente. Sonia le dejó un mensaje en el contestador y lo intentó de nuevo en el móvil, hasta que consiguió hablar con él. 'Llevaba el teléfono en el bolsillo trasero y sólo pudo activarlo con el culo, porque no podía mover los brazos', explicó la joven.

Su novio le dijo que estaba atrapado por dos vigas y que no podía mo-verse. Como tenía el teléfono muy lejos, estuvo gritando durante todo el tiempo para hacerse escuchar. 'Me dijo que estaba al lado de una puerta cuando se produjo el derrumbamiento. Le pregunté a una señora dónde estaban las puertas y me dijo que había tres. Me fui a una de ellas y empecé a quitar cascotes para ver si le podía sacar', relató Sonia.

Los bomberos comenzaron el rescate de las víctimas. Mientras lograban llegar hasta Ángel, su novia seguía hablándole. Después tomó el relevo el portavoz del Samur, Emilio de Benito, y la enfermera del mismo servicio, Rosa Suárez. La novia del joven atrapado también señaló que éste solía cantar entre medias de la conversación, porque 'no quería oír lo que le estaban diciendo'.

Silvia Gómez Gata, la hermana de Ángel, afirmó que éste se encontraba 'bien' y que estuvo gastando bromas en todo momento. 'Es muy bromista. Hoy, en el hospital, nos ha pedido que le subamos un bocadillo de jamón', señaló. Ángel Gómez sufre una lesión en un nervio de la pierna derecha. También tiene muy afectados los riñones por el fuerte golpe recibido y, según los médicos, podría tener problemas más adelante. 'No tiene nada roto. Pero está muy aburrido', explicó su hermana.