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La zona euro cerró el pasado año con un crecimiento del 3,4%

La zona euro registró el pasado año un crecimiento económico del 3,4% en relación a 1999, según los datos publicados ayer por Eurostat. Aunque este aumento supera la tasa del año anterior (2,5%), en el último trimestre del pasado año se observa ya una ligera desaceleración de sólo dos décimas (hasta el 3%). Los analistas no esperan que el 3,4% conseguido el pasado año se mantenga y prevén una tasa cercana al 2,5% como media de 2001. La clave está en la evolución de la economía estadounidense.

Tanto la economía de la zona euro como la del conjunto de la Unión Europea mostró el pasado año un vigor considerable. La media del ejercicio se saldó con un 3,4% y un 3,3%, respectivamente, tasas que superan en torno a un punto las registradas en 1999. En el mismo periodo, Estados Unidos logró un 5%.

Pero igual que sucede con la economía norteamericana, los europeos se enfrentan a unas perspectivas de crecimiento a la baja. En el caso de EE UU, el descenso es más brusco (un 5% entre octubre y diciembre del pasado año, frente al 5,2% del trimestre anterior) que el registrado en Europa (un 3% frente a un 3,2%).

El poder de arrastre de la economía estadounidense es tal que los expertos consultados por France Presse vaticinan un bajón de hasta el 2,5% en la economía euro como media de 2001, frente a una previsión oficial del 3%. El origen está, según las mismas fuentes, en un posible retroceso de las exportaciones europeas hacia EE UU y los países asiáticos.

Este análisis del futuro inmediato responde a que el vigor que las economías de la UE han mostrado a lo largo del pasado año ha descansado, sobre todo, en el sector exterior. La debilidad del euro frente al dólar ha relanzado las exportaciones europeas, lo que ha compensado el aumento de la factura del petróleo. Las ventas al exterior de la zona euro crecieron el pasado año un 11,7% en la zona euro y un 10,9% en la UE, mientras que las importaciones aumentaron un 10,4% y un 10%, respectivamente.

Por el contrario, el consumo de los hogares y la inversión registraron un pulso más débil. En el primer caso, el aumento fue del 2,6% en la zona euro y del 2,7% en la UE, frente a un crecimiento del 2,8% y del 3% respectivamente el año anterior. El crecimiento de las inversiones también se ralentizó de forma significativa el pasado año. El incremento fue del 4,6%, tanto en la zona euro como en la UE, frente a un 5,3% el año anterior.

La incógnita es la evolución de Alemania, la primera economía europea, pese a que el ministro de Finanzas, Hans Eichel, remarcó ayer que el ritmo de crecimiento se mantiene 'fuerte'. La previsión para este año (entre el 2,7% y el 2,8%) no se ha modificado por la confianza de que la reforma fiscal en macha permita amortiguar 'los efectos negativos que, especialmente por Japón, pueden arruinar nuestros esfuerzos', dijo Eichel en una intervención ante el Bundestag, el Parlamento alemán.

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