Pal de paller

Cuando cierra una escuela, muere un pueblo. La máxima, acuñada en los años en que comenzó la despoblación de los pueblos del interior, mantiene hoy en día toda su vigencia. Las zonas lejanas de la costa han asistido a un lento e implacable proceso de abandono, de crisis y de desertización donde sólo los ancianos han aguantado aferrados a un modo de vida de otros tiempos. Los núcleos montañosos o bien desaparecen o bien quedan reducidos a un decorado turístico para disfrute de los fines de semana con todos esos escaparates de restaurantes, hornos o tiendas que ofrecen 'productos naturales y artesanos'. En medio de este desolador panorama, la figura de aquellos maestros, como el que encarnaba Fernando Fernán-Gómez en La lengua de las mariposas, ha sido literalmente borrada del mapa.
A veces, las nuevas tecnologías producen la falsa impresión de que se han equilibrado las diferencias entre el campo y la ciudad. Se trata de una falacia que han desenmascarado los países pobres, que ven ahondarse sin remedio la sima tecnológica que los separa de los Estados ricos.Las luchas de los maestros rurales, auténticos últimos de Filipinas, demuestran que la informática o la mejora de las comunicaciones apenas crean una imagen de falsa modernidad. ¿De qué sirve que algunos pueblos dispongan de comercios de comida china o de hipermercados si las explotaciones agrarias malviven o las salas de cine cierran sus puertas? ¿Qué función cumple el acceso a Internet en unas localidades sin farmacia, sin bar y, sobre todo, sin escuela? Algunos teóricos de la educación comentan que se ha roto lamentablemente la cadena generacional de transmisión de conocimientos, esa sabiduría traspasada de abuelos a padres y de padres a hijos. Los maestros rurales son conscientes de que la escuela es la garantía de que no desaparezcan los pueblos. Los payeses catalanes hablan de pal de paller cuando quieren referirse al armazón que aguanta toda una construcción. Pues bien, la escuela es el pal de paller de toda la vida de los pueblos del interior.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
El descarrilamiento del Tren Interoceánico alimenta las críticas de la oposición y señalamientos contra el proyecto
Detenido un implicado en el homicidio de Carlos Manzo que participó en el chat donde se planeó
El Gobierno de Gustavo Petro incrementa más de un 23% el salario mínimo en Colombia: queda en dos millones de pesos
El Cartel Jalisco secuestra empresarios y clona coches militares en su último golpe en Chiapas
Lo más visto
- La Audiencia Nacional avala la decisión de Robles de retirar el nombre de Franco a una bandera de la Legión
- Trump anuncia la destrucción de una instalación de producción de drogas en Venezuela
- Rusia amenaza con romper las negociaciones tras acusar a Ucrania de atacar una residencia de Putin
- La larga sombra del hijo único: China paga con una crisis demográfica su mayor experimento social
- Alain Aspect, Nobel de Física: “Einstein era tan inteligente que habría tenido que reconocer el entrelazamiento cuántico”




























































