Un joven fallece al caer con su coche al río Jarama desde el puente de San Fernando

El kilómetro 15 de la carretera de Barcelona (N-II), uno de los puntos negros de las carreteras madrileñas, se convirtió ayer de nuevo en una trampa mortal. La lluvia y un posible exceso de velocidad se aliaron para que el coche en que viajaban los hermanos Ruiz Vargas se precipitara al río Jarama desde el puente de San Fernando, en el término municipal de San Fernando de Henares. El conductor, de 26 años, pudo salir por la ventanilla del vehículo. Su hermano Patricio, de 22, tuvo peor suerte. Los buzos de los bomberos del Ayuntamiento de Madrid y la Guardia Civil tardaron cerca de 14 horas en rescatar su cadáver del coche sumergido.

El accidente ocurrió alrededor de las cuatro de la madrugada, cuando el Ford Focus de color verde azulado con matrícula V-3554-GX se salió por el margen derecho tras pasar la curva que da entrada al puente, rompió unas vallas colocadas la semana pasada por el servicio de mantenimiento de la autovía y cayó al río.

Tras salir por la ventanilla antes de que el coche se hundiera en el Jarama, cuyas aguas alcanzan los cinco metros de profundidad en esa zona, el mayor de los hermanos Ruiz Vargas logró alcanzar la orilla. Un testigo del accidente avisó al servicio de emergencias 112, que desplazó al lugar una UVI móvil del Servicio Regional de Emergencias y Rescate (Sercam). Tras ser atendido de heridas y contusiones leves, el superviviente fue trasladado al hospital de La Princesa, presa de una crisis nerviosa.

Para el rescate de Patricio Ruiz Vargas se desplazaron efectivos de la Comunidad y de la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico. Éstos avisaron al Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) del instituto armado, con sede en Valdemoro, y a la unidad de salvamento acuático de los bomberos del Ayuntamiento de Madrid, con sede en el parque de Santa María de la Cabeza.

Los primeros trabajos se centraron en localizar el punto exacto donde cayó el vehículo para sacarlo a la superficie. Las tareas de rescate se vieron dificultadas por la fuerte corriente del río, muy crecido por las continuas lluvias y la suelta de agua de los embalses. Las lanchas zodiac de la Guardia Civil y los bomberos tuvieron que ser sujetadas desde la orilla con cuerdas para evitar que se las llevara la corriente. Pese a estas medidas de seguridad, la fuerza del agua hizo que una de las lanchas volcara, y sus ocupantes tuvieron que ser sacados dela agua por los buzos del instituto armado.

Pasaban las horas y la búsqueda se hacía más angustiosa. El caudal del Jarama aumentó a lo largo del día, la temperatura del agua se mantenía sobre los tres grados y la fuerte corriente dificultaba la visibilidad. Los efectivos de rescate rastreaban la zona mediante bicheros (palos largos en cuyo final hay un garfio).

Con una grúa

Cerca de las dos de la tarde, 14 horas después del siniestro, los miembros de los equipos de rescate encontraron el coche a unos 20 metro del lugar en que cayó al río. El vehículo estaba sumergido a unos cuatro metros de la orilla y a cinco de profundidad. Los bomberos del Ayuntamiento desplazaron una grúa de gran tonelaje desde el parque de Manuel Becerra para engancharlo. Al cabo de tres horas de cruzar cuerdas y cinchas, los buzos lograron amarrar el coche y sacarlo del río.

El vehículo tenía el techo hundido y el parabrisas había estallado por el golpe. El cadáver de Patricio Ruiz Vargas estaba dentro, sujeto por el cinturón de seguridad. La juez de guardia de Coslada ordenó el levantamiento del cuerpo y el traslado al depósito municipal del tanatorio de Coslada, donde hoy se le practicará la autopsia. El fallecido vivía en el distrito de Salamanca, estaba preparando el examen de conducir e iba a trasladarse próximamente a Alemania, según confirmaron algunos de sus amigos.

A pesar de contar con bandas sonoras y señalización luminosa, el puente de San Fernando es uno de los peores puntos negros de la región. En esa curva peligrosa se han registrado al menos seis accidentes mortales desde 1997. El último ocurrió el 22 de septiembre, cuando falleció un hombre de 56 años.

Las tareas de rescate del siniestro ocurrido ayer en el puente de San Fernando provocaron un gran atasco en los accesos a la ciudad por la N-II.