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Collado Villalba ha recibido ya 30 denuncias vecinales contra el Ivima

Esther Sánchez

Los residentes de la calle de las Amapolas de Collado Villalba (39.000 habitantes) sufren malos olores y numerosas deficiencias en sus pisos, propiedad del Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima) de la Comunidad. Se trata de una promoción de 112 inmuebles habitada desde 1996. En el departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de la localidad se acumulan 30 denuncias de los vecinos por humedades, malos olores, goteras y grietas, entre otras deficiencias, a la espera de ser enviadas al Ivima.

Actualmente, la peor parte de los problemas le toca al bloque número nueve, donde las aguas fecales brotan desde hace un mes por las escaleras que conducen al garaje produciendo un olor que se hace insoportable en el portal y que se cuela en las ocho viviendas. Los residentes aseguran que han hecho llegar numerosas quejas al Ivima, sobre todo telefónicas. Ante la falta de soluciones, el Ayuntamiento del municipio, gobernado por el PSOE, ha decidido canalizar las denuncias y enviarlas desde allí al Instituto. Sin embargo, el Ivima asegura que ha dado respuesta a todas las reclamaciones y que sólo tienen pendiente una queja telefónica de la semana pasada.

El Ayuntamiento no se libra de las críticas. Los afectados consideran que entre todos tiran balones fuera sin llegar a una solución efectiva. María José, vecina del bloque citado, comenta que ayer visitaron los pisos unos técnicos municipales que les comentaron que la avería era competencia del Ivima. 'Estamos indignados y preocupados, porque sólo en este bloque hay 10 niños y así no se puede vivir', afirma la mujer.

Sin informe

El concejal de Urbanismo, José Antonio Gómez Sierra, explica que ha mantenido diferentes conversaciones con Carlos Biosca, director del Área de Promoción y Rehabilitación del Ivima, que prometió enviar hace meses a dos técnicos y, además, poner a su disposición las conclusiones a las que llegaran. 'La visita no se ha producido y el informe tampoco ha llegado', puntualiza el edil.Gómez Sierra confía en que se dé una solución en el plazo de un mes. En caso contrario, el Ayuntamiento encauzará el problema por la vía contencioso-administrativa.

Mientras tanto, en otro de los bloques decidieron hace dos meses contratar por su cuenta a una empresa para que desatascase las tuberías. María Ángeles, que vive en el bajo de ese inmueble, explica: 'Lo peor es el verano, sube un olor que no te deja ni dormir'.

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Según el Ivima, todas las quejas que se reciben se atienden. Por otra parte, considera que los malos olores pueden proceder de una avería, debido a que no hay un mantenimiento adecuado o a una defectuosa limpieza de la red de alcantarillado. En el primer supuesto, el arreglo corre a cargo de los vecinos y, en el segundo, la reparación es competencia del Ayuntamiento villalbino.

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Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

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