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PRECAMPAÑA ELECTORAL EN EUSKADI

El PNV cree que sus rivales 'destruirían en 20 días' lo construido en 20 años

Arzalluz y Egibar abren eufóricos la precampaña con críticas a Mayor

El frontón de la pequeña localidad guipuzcoana de Mendaro (unos 1.300 habitantes) fue el escenario del mitin iniciador de la precampaña electoral nacionalistas en la que, a juzgar por lo visto ayer, los dos dirigentes responsables del giro soberanista de su partido, concretado en el Pacto de Lizarra, se van a empeñar a fondo para neutralizar el coste electoral que esta decisión haya podido tener en sus votantes. Precisamente la necesidad de salvar el espacio que tiene ahora el nacionalismo moderado ha sido el estímulo de la alianza conseguida con el partido que se escindió de sus filas y era reticente a esta unión electoral.

Con la euforia por haber pactado con EA concurrir en coalición, los dirigentes peneuvistas congregados en ese municipio transmitían fuera del estrado que sus previsiones consisten en alcanzar el medio millón de votos -el PNV obtuvo 450.000 en febrero de 1984, antes de la escisión y con Carlos Garaikoetxea como candidato a lehendakari- y más de 30 representantes en la Cámara vasca, cuando en la actualidad ambos partidos suman 27 parlamentarios sobre un total de 75 miembros (21 el PNV y 6, EA).

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El discurso de ambos dirigentes peneuvistas sirvió de pauta de lo que será la campaña venidera. Arzalluz, quien se reconoció 'contento y optimista', criticó con duras palabras al candidato del PP, Jaime Mayor, oponente principal del actual lehendakari, Juan José Ibarretxe, y advirtió a sus seguidores de que los tiempos que vienen son 'de ponerse el chubasquero' ante una campaña que va a estar monopolizada por 'los medios de información españoles, que son casi todos' al servicio del candidato popular, 'que tiene su oficina electoral, por supuesto, en Madrid'. Arzalluz no hizo alusión al ataque con cócteles mólotov que pocas horas antes había sufrido El Correo en Bilbao, pero sí citó a este periódico, junto con otros, en sus críticas.

El presidente peneuvista anunció que los partidos constitucionalistas, PP y PSE-EE, van a es grimir el discurso de la libertad frente al miedo en lugar de mencionar el de 'la maleta' (en alusión a la amenaza de expulsión de Euskadi de quien no comulgue con los nacionalistas) que prevaleció en la campaña de octubre de 1998. 'Que ETA infunde miedo es elemental', dijo, 'y como el que tiene miedo está falto de libertad, ellos dicen que hay que ir a por ellos policialmente. Ésa es la fórmula Mayor Oreja, mientras nosotros decimos que esto se termina en una mesa'.

Cuestión previa

Joseba Egibar, el principal defensor del giro soberanista ahora cuestionado, mostró la nueva línea moderada del discurso nacionalista al afirmar: 'No hemos renunciado al Estatuto'. El portavoz del PNV aclaró que su partido plantea que, antes que hablar de independencia y autodeterminación, conceptos muy serios, 'existe uno previo: que respondan con un monosílabo si están dispuestos [el Gobierno central y los partidos de la oposición] a aceptar lo que democrática y pacíficamente los ciudadanos vascos decidan'. Ésta sería la consulta a la que habrían quedado reducidos los planteamientos soberanistas del PNV y EA en su programa. Egibar también esgrimió el discurso del miedo al desembarco de populares y socialistas en el Ejecutivo vasco y apuntó: 'Destrozarían en 20 días lo que los nacionalistas hemos construido en 20 años'.

[La presidenta de EA, Begoña Errazti, dijo ayer que un acuerdo de gobierno de la coalición nacionalista requerirá del respeto a la voluntad de la sociedad vasca y atacó al candidato popular por 'no hacer nada por el país' y 'tener un lenguaje de guerra'].

Arzalluz, ayer, en la inauguración de la sede del PNV en Mendaro (Guipúzcoa).
Arzalluz, ayer, en la inauguración de la sede del PNV en Mendaro (Guipúzcoa).LUIS ALBERTO GARCÍA

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