_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Pilar Soler

Los primeros días de marzo se amontonan, desde hace años y venturosamente, los actos dedicados a las mujeres, a los que somos convocadas por toda clase de organizaciones e instituciones. Dones Progressistes, una vez más, ha entregado sus premios en una fiesta magnífica: allí estaba el recuerdo de Pepa García, las valientes mujeres de Vivir, la empresa solidaria Cuplé, Carmen Alborch, Pepe Bono, Gemma Nierga y el espíritu burlón de Pedro Almodóvar. Pero la noticia de la semana, a mi modesto entender, ha sido la que concierne a una mujer muy especial, por cómo es y por lo que significa: Pilar Soler ha recibido, por fin, el reconocimiento oficial a una vida dedicada a la lucha por los derechos de los más débiles, y especialmente de las mujeres. (Por cierto, los de Progressistes son unos premios ya con solera y prestigio, pero sin nombre. ¿No podrían ser los Premios Pilar Soler a la lucha por la igualdad?).

No voy a pretender contarles, en 350 palabras, tan descomunal currículum. Desde Dones Antifeixistes, en 1933, y la guerra, la cárcel y el exilio, pasando por el PCE y el Movimiento Democrático de Mujeres, la Asociación de Mujeres Separadas y Divorciadas... hasta las no lejanas manifestaciones bajo la lluvia contra el desmantelamiento del Institut de la Dona. Cuando ha habido algo que reclamar, a Pilar Soler no la ha dejado en casa nada ni nadie, si siquiera la necesidad de moverse con el bastón.

Sabemos que ahora está pasando un mal trago familiar, y que por eso no pudo acudir a la fiesta, donde tanto se la echó de menos. Amalia Alba leyó su mensaje: 'Chicas, esto es un triunfo político, porque ya sabeis cómo son'. Insobornable.

Parece que no ha sido fácil, pero lo importante es que, finalmente, las Cortes Valencianas honrarán el día 8 a tan insigne representante del bando rojo. Ello significa que al partidismo se han impuesto la razón y la justicia, y es a la Cámara a quien hay que felicitar por ello.

En cuanto a Pilar: hasta pronto, ánimo y un abrazo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_