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Siete de cada 10 parejas optan por casarse en la iglesia en vez de hacerlo ante los jueces

La memoria de actividades de los juzgados revela un fuerte aumento de los juicios contra menores

Muy mayoritariamente, las parejas madrileñas prefieren el matrimonio eclesiástico al civil. Esta desproporción entre enlaces canónicos y civiles apenas ha variado en el último lustro. En 2000, un total de 10.246 parejas optaron por la iglesia (frente a las 2.070 que prefirieron el juzgado y las 1.108 que eligieron que los uniesen alcaldes o concejales). En 1999 se registraron menos bodas que en 2000, si bien la preferencia por la iglesia fue también abrumadoramente superior. Diez mil sesenta parejas se unieron por la vía canónica; 2.046, por la civil, y otras 1.019, en los ayuntamientos.

Otro dato que aporta el informe que presentó ayer el juez decano es que la tasa de natalicios ha descendido en la capital y, en cambio, han crecido las defunciones. La capital madrileña registró el año pasado, en comparación con 1999, 555 nacimientos menos (de los 35.836 natalicios de 1999 se pasó en 2000 a 35.273). En cambio, el año pasado murieron más personas en la capital (27.975) que un año antes (27.206).

El informe revela, asimismo, un crecimiento de los juicios contra menores. En 2000 se tramitaron casi 300 juicios más contra adolescentes que en 1999. Los cuatro juzgados de menores de Madrid enjuiciaron 1.123 casos, frente a los 802 de 1999. Este año la cifra de juicios será muy superior, ya que el pasado 13 de enero entró en vigor la nueva Ley del Menor, que eleva a 18 años la edad penal (antes de regir la nueva ley, la edad penal estaba establecida en 16 años). A los jóvenes de entre 16 y 17 años se les consideraba mayores a efectos penales, si bien se les reducía la pena que les correspondiese en uno o dos grados tras aplicarles la atenuante de minoría de edad.

La fiscalía, de hecho, está desbordada de casos en estos momentos, ya que todos los jóvenes de 16 y 17 condenados de acuerdo con la antigua ley son beneficiarios del efecto retroactivo de la nueva legislación. Los fiscales están revisando 1.600 casos de menores condenados con la antigua ley. Para afrontar el aumento de trabajo que depara la nueva Ley del Menor, se han creado en Madrid otros dos juzgados de menores (ya son seis) y, aunque con retraso y falta de previsión, también se ha incrementado la plantilla de fiscales.

El juez decano informó también de la enorme actividad que desarrollan los servicios de seguridad de los juzgados de Madrid, visitados cada día por cerca de 12.000 personas. Los detectores de metales de los edificios judiciales descubrieron el año pasado 3.100 navajas, 2.150 tijeras y 17 pistolas. Todas estas armas fueron requisadas.

Otro dato que muestra la actividad de los juzgados de instrucción (los que investigan delitos) es el descomunal número de casos que reciben. Los 46 juzgados de este tipo que hay en la capital se repartieron el año pasado 484.146 asuntos (entre denuncias, querellas, atestados...)

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Asimismo, la policía llevó detenidas ante los jueces a 15.746 personas (unas 200 más que en 1999). De esos detenidos, 12.603 quedaron en libertad tras ser interrogados por los jueces (unas con cargos y otras sin ellos) y 3.143 ingresaron en prisión. Es decir, el 80% quedó libre.

Respecto a la jurisdicción civil (la que tramita quiebras, desahucios, impagos de deudas, divorcios...), el decano reiteró que es de 'alarmante necesidad' crear 10 nuevos juzgados civiles en Madrid, 'del total de 30 que son necesarios'. Tales juzgados son precisos para, entre otras cosas, afrontar la nueva Ley de Enjuicimianto Civil (en vigor desde el 8 de enero). Esta ley, que permite a los ciudadanos presentar demandas sin abogado si el pleito es inferior a cinco millones y el acreedor dispone de un documento que acredita la deuda, obliga a los jueces a estar presentes en todos los actos judiciales. Desde que rige la nueva ley, sólo 82 ciudadanos han presentado demandas sin abogado.

Fernández se congratuló del descenso de la litigiosidad civil. En 2000 se han registrado cerca de 60 asuntos menos por juzgado (hay 72). Los más saturados de trabajo son los juzgados de familia. 'Estoy hablando', dijo el decano, 'del incremento continuo de los asuntos relacionados con las separaciones y divorcios, de los que cada juzgado lleva unos 1.350 asuntos al año, por lo que Madrid necesita este año al menos dos nuevos juzgados'.

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