El claustro de La Valldigna se quedará en Madrid
Así pues, el claustro gótico del monasterio de La Valldigna seguirá en la localidad madrileña de Torrelodones. Los dueños del palacete del Canto del Pico, una villa de descanso construida en 1920 con restos góticos de monasterios, castillos e iglesias en ruinas, se niegan a que los restos pertenecientes al monasterio de La Valldigna vuelvan a la provincia de Valencia. Según la directora de Patrimonio de la Comunidad de Madrid, Victoria Marín, el pacto alcanzado en abril de 1999 entre ambos gobiernos autónomos era un acuerdo verbal, que los dueños no tienen por qué cumplir.
El único escollo es que falta la autorización de Medio Ambiente, puesto que el palacete, edificación situada en el punto más alto de Torrelodones y donde el general Franco pasaba las tardes de verano, se enclava en el Parque Regional del Manzanares. La directora general de Patrimonio en Madrid, Victoria Marín, reconoce que no se les puede obligar a ceder este elemento arquitectónico a Valencia, a pesar de que existe un acuerdo verbal entre los Gobiernos madrileño y valenciano para devolver a su lugar de origen el claustro.
'El acuerdo fue sólo verbal. No existe ningún documento que obligue a los propietarios del palacio a devolverlo. Lo que desean es reconstruir la edificación y convertirla en un hotel de lujo', indica Marín. La Dirección General de Patrimonio les ha concedido ahora el permiso para llevar a cabo la restauración, que supondrá una inversión de más de 1.000 millones de pesetas.
Mientras, los propietarios del palacete guardan un silencio absoluto. Lo único que por el momento trasciende es que no están dispuestos a ceder a la Comunidad Valenciana uno de los elementos más significativos de la edificación: el claustro gótico de Santa María de La Valldigna, que fue transportado a Madrid a principios de siglo por el constructor del palacio. El alcalde de Torrelodones se muestra dispuesto a llevar a cabo la permuta del claustro, pero reclama compensaciones culturales a cambio.
El Canto del Pico fue construido en 1920 por José María del Palacio y Abárzuza, conde de las Almenas. Recorrió toda España a la búsqueda de obras de arte gótico para hacer un palacio en Torrelodones. La mayoría procedían de monasterios, castillos e iglesias en ruinas.
Sin embargo, en 1999 la Generalitat valenciana anunció que el claustro volvería a esa Comunidad. Incluso, la entonces directora general de Patrimonio Artístico de la Generalitat, Carmen Pérez, visitó el palacio. Explicó que había un preacuerdo de 20 millones de pesetas con la propiedad de la finca para la compra del claustro. Y la Generalitat realizaría un réplica para el palacete. 'En tres meses', señaló Pérez en abril de 1999, 'el claustro podría estar La Valldigna'.
Pero la negativa de los propietarios de la finca a ceder el claustro da carpetazo al acuerdo. Los dueños del palacete, una firma británica, quieren que los futuros clientes del hotel de lujo disfruten desde el balcón de una joya artística y no de una reproducción. Lo que sí lleva trazas de convertirse en realidad es la citada transformación del palacio en hotel de cinco estrellas.
El alcalde de Torrelodones está dispuesto a que se traslade a Valencia el claustro de la Valldigna. 'Nosotros no pondremos ninguna objeción, pero bien es verdad que los valencianos tendrían que compensarnos de alguna forma. No queremos dinero, sino beneficios culturales para Torrelodones. Estoy pensando en exposiciones sobre la importancia del monasterio de La Valldigna o convenios para que estudiantes de la localidad pueden llevar a cabo cursos en Valencia'.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.