El juez investiga la presunta pasividad de cuatro policías en el secuestro de Olot

El letrado de Maria Àngels Feliu, la farmacéutica de Olot que permaneció secuestrada durante 492 días, anunció ayer que comparecerá en las diligencias que acaba de abrir el juzgado número 2 de Olot respecto a la presunta pasividad de cuatro policías que tenían informaciones cruciales para acelerar la resolución del caso y que pudieron haber faltado a su deber de perseguir el delito.

Carles Monguilod, abogado defensor de Feliu, asegura que su clienta comparecerá próximamente en las diligencias abiertas como parte perjudicada, pero que no descarta, a tenor de lo que pueda deducir de los testimonios e investigaciones iniciadas por el juez, acusar a los cuatro policías en un futuro juicio.

La actuación del juzgado número 2 de Olot, que ahora ha citado a declarar a dos policías locales y a dos inspectores del Cuerpo Nacional de Policía, se origina cuando algunos testigos interrogados por la juez Pilar Castillo, titular del juzgado número 1 de la población, aseguran que tienen conocimiento de algunas de las pistas que incriminaban a los actuales detenidos desde hace años, incluso desde antes del 20 de noviembre de 1992, día del secuestro.

Castillo dedujo testimonio de algunas de estas declaraciones para que se iniciara una investigación paralela sobre la actitud pasiva de estos agentes.

Entre los cuatro imputados figuran, según informa el diario El Punt, Rafael García Camargo, agente municipal de Olot en activo, que rechazó la oferta de participar en el secuestro que le hiciera su colega Antoni Guirado, actualmente encarcelado, y Manel Gómez Paz, ex jefe de la Policía Local de Olot en excedencia, a quien su subordinado comunicó la oferta recibida. También están imputados los inspectores Antonio Sánchez Dalmau, destinado actualmente en la comisaría de Girona, y Rafael Márquez, con destino en Fuengirola. Estos dos policías fueron informados por los municipales de las sospechas que recaían sobre Guirado. A pesar de que ambos comunicaron a sus superiores el soplo que habían recibido, los investigadores de la Guardia Civil no tiraron de este hilo y los secuestradores no fueron detenidos hasta seis años después de perpetrar el secuestro.

A raíz de la confesión de Guirado, en marzo de 1999, se aclaró buena parte de la trama del secuestro, aunque permanecen abiertas muchas incógnitas, como si se pagó un rescate y si Joan Casals y Xavier Bassa, los dos primeros procesados en el caso, participaron en el secuestro pese a que ninguno de los secuestradores confesos les han implicado.