Estupor

No podemos dejar de manifestar nuestro estupor ante la noticia publicada en EL PAÍS sobre el fallo de la Audiencia de Barcelona en el que se absuelve a un padre que mantuvo relaciones sexuales con su hija menor, llegando a dejarla embarazada. A pesar de que en el aborto que se le practicó a la chica se comprobó sin lugar a dudas que era fruto de las relaciones incestuosas con su padre, los jueces absuelven a este hombre, pues consideran que no existe constancia de que la relación 'no fuera consentida por la denunciante' (la hija) ni de que el padre se aprovechase 'conscientemente de una situación de superioridad manifiesta que coartase la libertad de la denunciante'.

No parece necesario hacer ningún comentario, porque los entrecomillados hablan por sí solos. ¿Alguien cree que en una relación desigual, como es la de un padre y una hija, en la que siempre hay una relación afectiva, pueda pedírsele a esta última la responsabilidad de amar a su padre como él la enseñe? ¿Cómo se va a construir la personalidad de esta chica? ¿Cómo va a conseguir llegar a ser una mujer adulta, independiente como persona y capaz de establecer unas relaciones normales después de haber vivido semejante relación con su padre?

Para facilitarle las cosas, ahora los jueces dejan caer sobre su conciencia una duda: ¿no será que ella consintió y hasta quizás provocó los abusos sexuales de su padre? ¿No será que ella, que amaba a su padre de manera incondicional, le obligó cuando era niña a entablar unas relaciones que él no fue capaz de rechazar?-