La Haya condena a un dirigente croata de Bosnia a 25 años de cárcel
Tras la sentencia de la semana pasada que por primera vez reconoció la violación como crimen contra la humanidad, el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia ha sentado un nuevo precedente condenando a un alto cargo político. Dario Kordic, vicepresidente de la autoproclamada república croata de Bosnia, pasará 25 años purgando su pena. Junto a él, otro croata de Bosnia, Mario Cerkez, jefe de las milicias croatas HVO, fue condenado a 15 años.
El proceso que acabó ayer ha sido uno de los más largos del tribunal, creado en 1993 por resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. Fueron necesarios 240 días de audiencias y casi medio millón de páginas antes de que los tres jueces del tribunal encontraran pruebas para declararlos culpables de crímenes de guerra y contra la humanidad por su responsabilidad en la masacre de cientos de musulmanes bosnios en el valle de Lasva, en Bosnia central, entre noviembre de 1991 y marzo de 1994.
Kordic orquestó y ordenó los ataques sistemáticamente organizados contra los musulmanes como parte de la limpieza étnica. 'El hecho de que fuera un político y no tomara parte activamente en la ejecución de los crímenes no establece ninguna diferencia, usted desempeñó un papel, al igual que el que disparaba las armas', le dijo a Kordic el juez británico Richard May mirándole mientras leía la sentencia. Pese a todo, los jueces consideraron que el acusado, de 40 años, no pertenecía a 'los niveles más elevados de la comandacia de la campaña de persecución', por lo que rechazaron la condena de cadena perpetua que había solicitado la fiscalía. A Kordic se le responsabiliza también de dar la orden de la masacre de la ciudad de Ahmici, uno de los episodios más sangrientos de la guerra de Bosnia, en la que en una noche se pasaron a cuchillo a más de cien musulmanes, entre ellos mujeres y niños.
Por su parte, Cerkez dirigía una brigada con base en la localidad de Vitez, en Bosnia central y, según el juez, 'desempeñó un papel en la campaña de persecución y limpieza étnica'. Los ataques se caracterizaban por la extrema brutalidad. 'Niños y ancianos eran asesinados o expulsados, y sus casas, quemadas', dice la sentencia.
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