Quiero agradecerle
la ocasión que, con sus declaraciones, me ha brindado para darme cuenta de la buena educación que recibí de mis padres. Si ellos me hubieran inculcado que en el parque sólo debía jugar con niños catalanes, dado que nací y crecí en L'Hospitalet de Llobregat, mi niñez hubiera sido realmente muy solitaria. Gracias a mis padres, aprendí a jugar y a convivir con personas que habían llegado de muchos puntos de España, lo que me enriqueció como persona y me dotó de una mentalidad abierta. Tanto es así, que hoy un hijo mío puede jugar sin problemas en un parque con niños magrebíes o de otros países, dándoles más importancia a las ganas de jugar que a la procedencia de su compañero de juegos. Le reitero mi agradecimiento.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.