Una experiencia emocionante
Los recorridos del Maratón de Sevilla, que celebró ayer su 17ª edición, reflejan los cambios de la ciudad
Hace 17 años que se celebró la primera edición del maratón de Sevilla. En realidad, si no hubiera sido por las dificultades por las que atravesó el Partido Andalucista en los primeros años ochenta, es casi seguro que en 1983 se habría celebrado la primera edición. Pero el alcalde en aquel momento, Luis Uruñuela, no dispuso del tiempo psicológico suficiente para prestarle atención a la idea de promocionar el maratón Ciudad de Sevilla.
Hubo que esperar a la renovación del Ayuntamiento en 1983 y al asentamiento de la nueva corporación, para que el alcalde Manuel del Valle prestara su apoyo a la iniciativa ciudadana y para que se organizara la primera edición en 1985. En todo caso, Sevilla no quedaría muy lejos de Madrid y de Barcelona y se situaría muy próxima a Valencia en lo que a la organización de un maratón popular se refiere.
Repasar los recorridos del maratón es una buena manera de seguir la transformación que se ha producido en estos años en la ciudad. Las primeras ediciones se hicieron con un recorrido que era prácticamente el único posible. El recorrido fue diseñado por los arquitectos Antonio Cruz y Antonio Ortiz en colaboración con Ricardo Ramirez de Arellano y Pepe Lora, que fueron quienes se encargaron de la organización. Sevilla no disponía prácticamente de más calles y avenidas que las que se utilizaban en aquel trazado para recorrer 42.195 metros. Y buena parte de ellas tenían el carácter de carreteras de acceso más que el de calles y avenidas urbanas.
Posteriormente, como consecuencia de las transformaciones introducidas en la ciudad con ocasión de la Expo, el trazado del maratón ha podido cambiar, para mejor, en varias ocasiones. Puedo dar fe de ello, porque he participado en las 17 ediciones y he podido valorar paso a paso la mejora producida como consecuencia de la transformación de la ciudad. Tal vez sería oportuna la organización de una exposición sobre los cambios que se han producido en la ciudad tomando como hilo conductor los diferentes recorridos del maratón.Qué era la Sevilla de la primera mitad de los ochenta. En qué se ha convertido la ciudad en 15 años. No hay ningún otro acontecimiento deportivo que pueda compararse al maratón en lo que a reflejar la transformación de una ciudad se refiere.Y una ciudad que se autocalifica como 'ciudad del deporte' no debería olvidarlo.
Confieso que no soy imparcial. Escribir de maratón es ser juez en mi propia causa. Pero creo sinceramente que no hay muchas experiencias tan emocionantes como la de participar en un maratón. Es una experiencia que está al alcance de cualquiera. Algo que hacen centenares de miles y quizás millones de personas todos los años es algo que está al alcance de cualquiera. No hay nada más que proponérselo y prepararse adecuadamente. Se trata, por tanto, de una experiencia que se puede compartir con mucha gente. Pero se trata al mismo tiempo de una experiencia lo suficientemente exigente como para que nadie se olvide jamás cuando cruza la meta. No hay prácticamente nadie con una salud normal que no esté en condiciones de proponérselo para el año que viene.
Porque lo bonito de los maratones ciudadanos es su carácter popular. Todos admiramos a José Ramón Rey y a Tina María Ramos, ganadores con excelentes marcas del maratón de este año, pero los verdaderos protagonistas son los corredores anónimos. En un mundo en el que el deporte se ha profesionalizado de la manera de todos conocida, un maratón popular es sumamente reconfortante.
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