Miles de ciudadanos secundan otra protesta unitaria contra ETA

Apenas hace un mes, miles de ciudadanos expresaron su condena por el asesinato del cocinero Ramón Díaz. Ayer, se manifestaron por el atentado que el pasado jueves acabó con la vida de dos trabajadores de la empresa Elektra e hirió a otras cuatro personas, entre ellas el concejal socialista Iñaki Dubreuil, verdadero objetivo del atentado. Como en enero, representantes institucionales y de todos los partidos y sindicatos, salvo EH y LAB, encabezaron unidos la marcha.

La manifestación partió a las ocho y media de la tarde de los jardines de Alderdi Eder presidida, entre otros, por el lehendakari, Juan José Ibarretxe; el alcalde donostiarra, Odón Elorza; Mila, la esposa de Dubreuil; el diputado general de Guipúzcoa, Román Sudupe, y el presidente del Parlamento vasco, Juan Maria Atutxa. En primera fila de la marcha se situaron también la dirigente de Unidad Alavesa (UA) Enriqueta Benito; el coordinador general de IU-EB, Javier Madrazo; la portavoz de la Ejecutiva del PNV, Josune Ariztondo; el secretario general del PSE-EE, Nicolás Redondo; el presidente de los populares vascos, Carlos Iturgaiz, y la presidenta de Eusko Alkartasuna (EA), Begoña Errazti.

También portaron la pancarta representantes de los ayuntamientos de las localidades de los fallecidos y heridos en el atentado. Los secretarios generales de los sindicatos ELA, José Elorrieta; CC OO de Euskadi, Josu Onaindi, y la UGT vasca, Carlos Trevilla, también desfilaron junto a los ciudadanos.

Tras los representantes institucionales, políticos y sindicales marcharon en bloque los trabajadores de la empresa Elektra, que no portaron pancarta alguna.

El Ejecutivo central estuvo representado por el delegado del Gobierno en Euskadi, Enrique Villar. El único líder político estatal fue el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares.

La marcha discurrió, bajo la lluvia y el viento, en silencio, aunque al inicio miembros de la plataforma ¡Basta Ya!, entre los que estaban la eurodiputada socialista Rosa Díez y la dirigente popular guipuzcoana María San Gil, profirieron gritos como 'ETA no', 'Ni ETA ni cómplices', 'Libertad' y 'Son unos fascistas, no hay de qué hablar'. Este grupo marchó tras los trabajadores de Elektra y lució su propia pancarta: 'Por la libertad. Askatasunagatik. ETA kanpora'.

La manifestación concluyó en el Boulevard donostiarra, aunque los integrantes de ¡Basta Ya! decidieron terminarla en Alderdi Eder lanzando de nuevo gritos como 'De silencio, ¡basta ya!'.

La marcha fue el colofón de una jornada repleta de concentraciones de protesta ante las instituciones y centros de trabajo de Euskadi. Una de las más representativas fue la desarrollada por los compañeros de Leonet y Santos en el mismo lugar en que estalló el coche bomba. Los operarios, algunos de ellos procedentes de las oficinas de la firma en Burgos, Navarra y Álava, depositaron dos ramos de flores y una corona y permanecieron en silencio durante 15 minutos.

El exterior del Ayuntamiento de Tolosa acogió dos concentraciones separadas por unos metros. Mientras en una se situaron el alcalde, Antton Izagirre; el portavoz de Euskal Herritarrok, Arnaldo Otegi, y el dirigente de LAB, Rafael Díez, en la otra se situaron los representantes de los partidos democráticos.