'Entre unos y otros, han logrado que no se haga justicia a Klara'

Los padres de Klara García perdieron a su hija el pasado mayo de una manera atroz. El proceso a las dos jóvenes que fueron amigas de Klara y esta mañana se sientan en el banquillo como las supuestas asesinas les ha quitado también la fe en la Justicia y, según sus propias palabras, les ha demostrado que 'el ciudadano no pinta un pepino' para las instituciones públicas.

'Nos sentimos totalmente indefensos. Son todos los derechos para las asesinas y ninguno para nosotros. Los poquitos que nos dejaba Ley Penal del Menor también nos los han quitado al iniciar este juicio con esta rapidez. Han hecho coincidir el inicio del juicio con la final del Carnaval en Cádiz, la fiesta grande de la ciudad, y con el aniversario del intento de golpe de Estado de 1981, para quitarle relevancia al caso', critica la madre de Klara con una mirada de dureza alimentada con el dolor de meses.

Esta pareja no cree en coincidencias y tilda de 'humillaciones' las recientes actuaciones de los organismos de Justicia en este proceso. Esta familia alaba todo el trabajo que realizó el Juzgado de Instrucción de San Fernando y arremete con lo que ha sucedido desde que entrara en vigor la Ley Penal del Menor, el 13 de enero pasado, y que los legajos y las responsabilidades del caso pasaran a la Fiscalía y el Juzgado de Menores de Cádiz.

'Una cosa es que la ley nos quite nuestros derechos y nos limite nuestro derecho a la tutela efectiva al no podernos presentarnos como acusación particular, pero lo que sí se nos permite, aunque sea algo ínfimo, es el acceso a todo lo actuado en el proceso y también solicitar que se realicen pruebas que no sean de tipo psicológico. En este caso nos ha engado el acceso a las de I. S. G., mientras que nos han entregado hasta tres de R. C. T.', se lamenta el padre de Klara, que es inmediatamente interrumpido por su esposa, que añade: 'Igual es que hay una justicia para pobres y otra para ricos'. El padre de la primera de las acusadas es un teniente coronel de Infantería de Marina y su familia tiene una situación acaudalada, mientras que la segunda es hija de un marisquero. 'Lo que no se puede permitir es que si se tiene dinero uno pueda desaparecer', como I. S. G. y sus familia, 'y al que no [los padres de R. C. T.] le apedreen la casa, que es algo que las autoridades no tenían que haber permitido de ninguna manera'.

A la hora escasa de que la familia García Casado se quejara de la discriminación de la Justicia con respecto a las dos acusadas, su abogado les llamó para confirmarles que el Juzgado de Menores de Cádiz, les permitía tener acceso al expediente de la hija del jefe de la Infantería de Marina. '¿Ahora qué?', sonreía con amargura el padre de la joven asesinada, 'si faltan menos de 24 horas para que comience el juicio'.

Si algo ha distinguido a esta pareja a lo largo de todo este caso es la capacidad para alejarse del dolor propio a la hora de analizar lo que toca con el asesinato de su hija. 'Yo considero que le Ley Penal del Menor es buena, comparto totalmente el espíritu de la reinserción e integración de los chavales', afirma el padre de Klara, antiguo suboficial radarista de la Armada. 'Lo que creo, y denunciaré, anticonstitucional es no poder presentarme como acusación para defender los derechos de mi hija o que a estas chicas se las juzgue como si no fueran inteligentes o responsables de sus actos. A mi hija no la mataron en una pelea, fue un acto calculado y ejecutado con frialdad. Estas chicas no son menores en ese aspecto porque les faltaran unos meses para cumplir los 18 años. Defiendo el espíritu de la Ley Penal del Menor, pero es que el de mi hija no fue un asesinato cualquiera'.

La familia García Casado está muy molesta con la celeridad con la que se ha decidido celebrara el juicio y creen que quieren acallar sus quejas sobre una ley por la que se aplauden todos los partidos 'en un baño de progresismo'. Si se hubiera acelerado el juicio a antes de enero, las muchachas en vez de ocho años de reclusión (cinco más una previsible prórroga de tres), podrían haber sido condenadas a un cuarto de siglo. 'Yo no busco que les caigan más o menos años, sino tener la sensación de que se ha hecho justicia y, entre unas cosas y otras, eso ya es imposible'.