El Juzgado de Menores de Cádiz aplaza el juicio civil por el 'caso Klara García'

El Juzgado de Menores de Cádiz ha suspendido hoy el juicio civil por el caso de asesinato de la joven Clara García, aplazándolo hasta el mes de noviembre, tras presentar el padre de una las menores presuntas asesinas, Iria S.C., un documento en el que alega enfermedad.

Al ser el padre de la menor y su responsable civil, el Juzgado ha decidido aplazarlo hasta dentro de seis meses,

aunque estaba previsto para las 10.00 horas de hoy. Clara García fue asesinada por dos compañeras de instituto, Iria y

Raquel, el 26 de mayo del año 2000 en San Fernando (Cádiz).

La Ley del Menor separa los juicios penales de los civiles, por lo que después del juicio penal, celebrado en febrero de 2001, debe tener lugar un proceso civil, en el que se definirán las compensaciones económicas que recibe la familia de la víctima.

Así, los padres de Klara pondrán sobre la mesa los prejuicios causados por el asesinato de su hija. Para ello, necesitarán de pruebas periciales. En este caso, la cuantía solicitada por el fiscal podría alcanzar los 721.000 euros, en concepto de daños morales y por los padecimientos psíquicos y físicos.

La vista penal concluyó con el internamiento de Iria y Raquel en centros de menores, después de una profunda y sentida movilización ciudadana para hacer frente a una legislación que acababa de ver la luz. Ambas confesaron en el juicio que engañaron y asesinaron a la víctima.

Internadas en centros de menores

María Casado, la madre de Klara, informó ayer de que "las dos asesinas acudirán al juicio, y una de ellas Iria S.C., la menor de las dos, tiene un permiso de cuatro días para salir del centro gallego y permanecer con sus padres hasta el día 7".

En este sentido, José Antonio García, padre de la menor asesinada, calificó de "lamentable y humillante" la concesión del permiso, "cuando no hace ni dos años que mataron" a su hija, y a pesar de que pesa sobre las dos asesinas una condena de ocho años de internamiento en un centro cerrado de menores y cinco años más de libertad vigilada por asesinato y conspiración al asesinato.

Por su parte, Raquel C.T., la mayor de las asesinas, acudió desde la capital de España, donde está internada, escoltada por efectivos de la Guardia Civil y según la madre de Clara, iba a estar ingresada en el centro de Puerto Real.