Eric Clapton presenta su 'Reptile' en España
El guitarrista y cantante británico actúa hoy y mañana en Madrid y el domingo en Barcelona
Eric Clapton vuelve a España para presentar su nuevo trabajo, Reptile, que sale a la venta el 5 de marzo. El disco incluye siete temas nuevos y versiones de clásicos del soul y el rhythm and blues como Come back baby, de Ray Charles, o Don't let me be lonely tonight, de James Taylor. Clapton presenta hoy y mañana en el Palacio de Deportes de Madrid y el domingo en el Palau Sant Jordi de Barcelona un programa que combina nuevas y viejas canciones con una banda de lujo.
La vida de Eric Clapton, de 55 años, es como una moneda echada al aire una y otra vez. Cae cara, cae cruz. Desde que nació ha estado marcado por la tragedia y el éxito, como si fuera el engendro de un pacto fáustico. Y, sin embargo, nada más lejos de la imagen del rockero maldito que este pulcro guitarrista virtuoso.
Hijo ilegítimo, creció pensando que sus abuelos eran sus padres y que su joven madre era su hermana mayor. Una aparición del salvaje Jerry Lee Lewis en la televisión le arrastró hacia el blues y el rythm and blues. Se hizo con una guitarra y no la soltó más. Le echaron del instituto a los 17 años por tocar la guitarra en clase. A los 20 años, con los Yardbirds -que integró junto a otros dos ases del rock británico, Jimmy Page y Jeff Beck-, empezó a saborear la fama y se le bautizó como Slowhand (Mano Lenta) por la poderosa y precisa pulsión de las cuerdas que reventaban en sus manos y que él cambiaba en escena, mientras el público le animaba con un lento y rítmico aplauso.
Los casi cuarenta años de carrera de Clapton han tenido varios momentos espectacularmente brillantes y fundamentales en la historia del rock. Valga recordar su paso por la banda de John Mayall (un choque de egos rompió la alianza) y la fundación de grupos como Cream (con Ginger Baker y Jack Bruce) y Blind Faith (con Baker, Rick Grech y Steve Winwood). El primero llegó a ser casi tan famoso como los Beatles y los Rolling Stones, y el segundo está considerado el primer supergrupo de rock, aunque el consumo de drogas terminó en pocos meses con la fulgurante aventura.
Triángulos y abismos
Luego vino Derek and the Dominos, con quienes lanzó el disco doble Layla and other assorted love songs. El tema principal del álbum estaba inspirado en el conflictivo triángulo amoroso que vivió con su amigo George Harrison y su esposa Patty, que dejó al beatle y se casó con Clapton en 1979 (para llegar al divorcio en 1988). Ya entonces estaba Mano Lenta bastante enganchado a la heroína. Logró salir gracias a un tratamiento de electropuntura que le recomendó el who Pete Townshend. Poco después, en 1980, el problema se llamó alcohol, y lo llevó a un año de reclusión en un hospital.
Muchos de los admiradores de su primera etapa le reprochan que dejara de lado una aproximación más dura a la guitarra eléctrica y la dulcificara dando protagonismo a su faceta de cantante. Hay quienes aún piensan que el Clapton rehabilitado no volvió a alcanzar la intensidad y creatividad de los años salvajes. Pero lo cierto es que su estrella no sólo no se ha apagado, sino que la leyenda sigue viva.
A finales de los años sesenta aparecieron en Londres pintadas que decían: 'Eric Clapton es Dios'. Y hay quienes lo consideran válido aún hoy.
Lo malo es que, como solía suceder en el Olimpo, la moneda no dejó de girar en el aire y otra vez, cara y cruz, Clapton se vio marcado por un azar contradictorio. La terrible muerte de su pequeño hijo Conor, que cayó desde el piso 49 de su apartamento en Manhattan en 1990, le inspiró la canción Tears in heaven. Un tema conmovedor que le valió seis premios Grammy, obtenidos por el single y el álbum Unplugged, que lo incluía.
Su nuevo trabajo se titula Reptile, apelativo cariñoso con el que se llama a los buenos amigos, y en el que combina el blues con ritmos cadenciosos brasileños. Lo presenta acompañado por una banda de prestigiosos veteranos como Paulinho da Costa (percusión), Nathan East (bajo), Andrew Fairweather (guitarra), Billy Preston (teclados), Stephen Gadd (batería), David Sancious y, para los coros, The Impressions.
Babelia
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