Los turcos apoyan al presidente en su disputa con el primer ministro

El presidente turco, Ahmet Necdet Sezer, y el primer ministro, Bulent Ecevit, intentaron ayer quitar hierro al grave enfrentamiento que ambos protagonizaron la víspera ante los jefes de las Fuerzas Armadas en el Consejo de Seguridad Nacional, mientras las autoridades monetarias insistieron en que la lira no iba a ser devaluada. La Bolsa de Estambul se recuperó ligeramente, con una subida del 0,9%, tras haberse desplomado el día anterior. La prensa turca reveló ayer que el presidente turco criticó con dureza ante los militares al primer ministro, a quien acusó de impedir la investigación de casos de corrupción.

En las encuestas publicadas por los medios locales, una clara mayoría de los ciudadanos se muestra a favor del presidente Sezer, un ex magistrado con fama de hombre íntegro en un país en el que la corrupción socava desde hace dos décadas la credibilidad de la vida pública. Un sondeo elaborado por la empresa AyG Research reflejó que el 63,3% de los consultados respalda al jefe del Estado en su conflicto con el primer ministro. En la página de Internet del diario Milliyet, uno de los de mayor circulación en Turquía, se registró también un apoyo a Sezer cifrado en el 88,5%.

Pero el conflicto institucional turco parece de difícil solución, ya que tanto el primer ministro como el presidente son designados por el Parlamento, aunque con diferentes mayorías, y ninguno de los dos tiene la potestad de disolver la Cámara.

Ecevit se limitó a reiterar ayer que el incidente ocurrido en el Consejo Nacional de Seguridad -del que salió dando un portazo tras, según dijo, haberse sentido insultado por Sezer- no iba a afectar al programa económico de su Gobierno. El primer ministro dio a entender también que se estaban llevando a cabo gestiones para reanudar el próximo lunes la reunión del Consejo.

A través de este órgano, impuesto por las Fuerzas Armadas tras el golpe de Estado de 1980 (el tercer pronunciamiento militar en apenas 20 años), los generales siguen marcando el paso a los gobiernos civiles en Turquía.